Por Juan de Dios Vivas-Satizábal para www.todosesupo.com.
Lo que antiguamente se conocía como La Chanca es lo que hoy conocemos como el barrio Uribe Uribe de Yumbo. De esa manera los yumbeños, y de manera especial los chanqueños, que en su mayoría eran liberales, quisieron rendir un homenaje al político liberal y destacado estratega militar Rafael Uribe Uribe.
Uribe Uribe, apóstol, paladín y mártir de la República, como se le llama en el monumento erigido en su memoria en el Parque Nacional de Bogotá, había nacido en Valparaiso, Antioquia, pero desde niño residió en Buga. El jueves 15 de octubre de 1914, de camino al Congreso, Rafael Uribe Uribe fue atacado a golpes de hachuela por los obreros Jesús Carvajal y Leovigildo Galarza. Sobrevivió a muchas batallas, pero de estas graves lesiones no se libró, muriendo cuando apenas empezaba el día lunes 26, once días después del atentado.
Como lo reseñan los historiadores, sin lugar a dudas, Rafael Uribe Uribe fue una de las grandes figuras de la vida nacional de finales del siglo XIX y principios del XX. Fue un mártir de la intolerancia política, sacrificado por sus ideales políticos, como antes lo habían sido Antonio José de Sucre y Julio Arboleda, y como después lo serían Jorge Eliécer Gaitán, Jaime Pardo Leal, Luis Carlos Galán Sarmiento, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro León-Gómez y muchos otros que están en el anonimato.
Los yumbeños, finalizando la primera mitad del siglo XX, quisieron entonces que la memoria de Rafael Uribe Uribe no quedara en el olvido, lo que tampoco habría de pasar con el presidente Alfonso López Pumarejo, el mismo de la Revolución en Marcha, por eso el parque construido en lo que antiguamente era la plaza de Zacarías, lleva su nombre.

Los actos de inauguración del parque del Uribe…
Según relata don Alberto Mendoza Mayor en su libro Memorias de Yumbo, el parque Alfonso López Pumarejo fue inaugurado el 20 de julio de 1960 en el marco de las fiestas patrias por el Sesquicentenario del Grito de Independencia, aunque ya desde muchos antes la gente estaba interesada en que se construyera dicho parque, pero no había existido la voluntad en la administración pública para llevar a cabo tal cometido.
El entusiasmo que generó la celebración de las fiestas sesquicentenarias de la Independencia Nacional, aunado a la presencia de personas cercanas a La Chanca en el cuerpo legislativo local como lo fueron Germán Costaín, Eulogio Salcedo, Agustín Sepúlveda y otros que, sin ser del Uribe, pero que tenían sus afectos en este sector, hicieron posible que el sueño postergado de los chanqueños fuera una realidad. El Concejo municipal delegó en Ernesto Lenis Díaz, concejal para la época, el diseño del parque, quien con la ayuda de su primo Fabio Lenis Satizábal realizó el trazado de este espacio público.
Y el 20 de julio de 1960 hubo festejos en La Chanca…
Cuentan los de mayor edad que el día de la inauguración fue algo sensacional. Para entonces había un kiosco en el que la gente estuvo bailando y en la calle hubo pato colgado al frente de la casa de Justino Sepúlveda y por la calle diez pasaban raudos los caballos con los jinetes tratando de arrancarle la cabeza al plumífero. Me parece oír la canción de moda: estaba en su apogeo ese disco que lo han vuelto a sacar ahora: Si la vieran como anda, con la misma ropa anda y ya se está poniendo flaca… Y eso era todo el mundo bailando y lo repitieron hasta tarde…, con alegría recuerda un anciano sentado en el parque.
Previo al jolgorio, el mismo miércoles 20 de julio de 1960, en la inauguración del busto del presidente Alfonso López Pumarejo que preside el parque, Pedro Nel Ramírez, secretario de Gobierno Departamental, se dirigió a los asistentes que abarrotaban el nuevo parque. En representación de los habitantes del barrio Uribe habló Pedro Pablo Polanco Becerra, quien impuso al Personero Municipal, Tomás Urresta Santamaría, una medalla como muestra de gratitud por la obra realizada.
En aquella mañana del miércoles 20 de julio de 1960 también habló Luis Carlos Santamaría, quien tomó la vocería de los trabajadores y manifestó la satisfacción del pueblo trabajador por la obra de progreso que significaba el parque, y por el merecido homenaje que se le rendía al ex presidente López Pumarejo por su doble condición de conductor político y benefactor de la clase trabajadora. En igual sentido también se dirigió a los yumbeños el representante de la Unión de Trabajadores del Valle, Alfonso Perea.
Transcurriendo el siglo XXI el hoy sesentón Héctor Ceballos recuerda que después de construido el parque, la administración municipal nombró tres parqueros entre los que estaba su papá Isaías Ceballos. A Héctor, que para entonces era un niño, le tocaba llevarle los alimentos en un portaviandas porque su papá por estar pendiente de que no fueran a destruir los prados y los jardines ni iba a la casa a comer.
El busto de Alfonso López Pumarejo
Durante muchos años los yumbeños se acostumbraron a ver el busto del presidente Alfonso López Pumarejo ubicado en el centro del parque. Desde un alto pedestal dominaba toda la extensión del principal espacio público del Uribe, y fueron muchos los que a fuerza de pasar frente a él se aprendieron de memoria la célebre frase del presidente Alberto Lleras Camargo con que definió la vida del expresidente liberal: Vivió y murió en acre olor a tempestad…que estaba esculpida en una placa de mármol.
En la remodelación del parque Alfonso López Pumarejo del barrio Uribe realizada en el 2006, tal pedestal y la frase que sintetizaba la vida del expresidente desaparecieron. Hoy día el busto de López Pumarejo está ubicado en la esquina suroriental del parque, diagonal al sitio donde en los albores del siglo XX vivió Zacarías Cárdenas, quien había prestado su nombre para que así se llamara la plaza, la plaza de Zacarías.
En esa esquina, frente al cruce de la Calle 11 con Carrera 10, está el busto de Alfonso López Pumarejo, sin que haya una referencia a su vida y obra. Solo lo acompaña una placa con la letra del Himno al barrio Uribe Uribe, autoría en la letra del chanqueño Campo Elías Mejía Polanco, y la melodía del maestro Juan de Dios Orrego.
Ojalá el empeño que pusieron los yumbeños para preservar la memoria del presidente liberal a mediados del siglo XX no quede en vano y se le vuelva a mostrar a las nuevas generaciones quiénes fueron Alfonso López Pumarejo y Rafael Uribe Uribe. Mientras tanto, muchos transeúntes siguen pensando que el señor de la efigie que está sobre el pedestal, el que mira hacia el centro del parque, es Campo Elías…

Para sacarnos de dudas!