El Valle del Cauca es cuna de 2.500.000 habitantes y de la misma se desprende un 23 % como población adulto mayor. A consecuencia de la no existencia de seguridad social y fondo de pensiones en los años 40 y 50 existen muchos mayores sin jubilación, generando ingresos a través del subempleo como vendedores ambulantes o en la insegura e ingrata tarea, por ejemplo, los vigilantes de cuadra. Estos adultos mayores fueron aquellos que devengaron su sustento en las haciendas y pequeños latifundios en remotas épocas y quienes paradójicamente fueron los forjadores de nuestro hermoso Valle del Cauca.
Pero el Valle del Cauca tiene una fortaleza notable y es el alto porcentaje de adultos mayores que viven y conviven con sus hijos y familiares, lo que hace que exista en menor proporción los mal llamados “ancianatos” u hogares de protección, contando con 187 entidades en toda la región. Desafortunadamente estas entidades, en su mayoría, presentan condiciones de extrema necesidad por ser prácticamente dependientes de la caridad de quien en su buen corazón ofrezca apoyo, pues no cuentan con el sustento de sus municipios. Se pueden citar escasos ejemplos de apoyo como Yumbo, que sobresale en su aporte a los hogares.
Entrando en materia legal, el Senado en el año 2008 expidió la Ley 1251 que promueve los derechos de los mayores en Colombia, y leyes como la 1171 que da beneficios en materia de atención prioritaria en salud y tarifa diferencial en el transporte. Todas estas leyes son letra muerta en los anaqueles del tiempo que consume en desesperanza a los abuelos, pues no ven realizar ninguno de estos importantes derechos.
La Ley 1273 de 2009, que dice que todos los entes territoriales deben establecer una estampilla para la población del adulto mayor y que tiene como principal finalidad apoyar el funcionamiento de los centros de protección. La aplicación indebida que, para vergüenza nuestra, se hizo en la Ordenanza 357 de junio 25 de 2012, de $20.000 millones de los $100.000 millones proyectados de recaudo anual lo tienen destinado para el fondo pensional del Departamento, que claramente viola la ley y a lo cual hago énfasis en aras de no permitir que tal “gorila” se cuelgue en las necesidades de los más vulnerables. Espero que mi voz sea la voz de los adultos mayores que necesitan de la asistencia estatal.
Por Raúl Tello García.
El yumbeño Raúl Tello García es el presidente del Consejo Departamental del Adulto Mayor del Valle del Cauca. Artículo publicado inicialmente en el diario El País de Cali, edición del lunes 24 de junio de 2013.