Desde hace 11 años larguitos vivo en Vic (Barcelona), ciudad capital de la comarca de Osona y que cuenta con algo más de cuarenta mil habitantes. Agradable y tranquila para vivir. La ciudad es famosa por sus embutidos y entre ellos sobresale la longaniza pero el más conocido es una de sus variantes comerciales, el fuet.

Cuenta con un casco urbano antiguo donde se conservan una gran cantidad de construcciones como la Catedral, las Murallas, el Templo Romano y varios museos e iglesias de tendencias barroca, gótica y neoclásica. Y me detengo en una iglesia en particular, no por ser la más bonita (que lo pudiera ser) sino por el hecho de estar relacionada con mi querido Yumbo: la iglesia de San Antonio María Claret, del mismo nombre que la ubicada en la carrera 3ª entre calles 12 y 13 del barrio Simón Bolívar.

En la iglesia, construida entre 1957 y 1970, están guardados los restos de san Antonio María Claret, nacido en 1807, estudió en el Seminario de Vic y murió en 1870 en Francia.

Esta iglesia fue construida entre 1957 y 1970 por el arquitecto Josep María Ribes para guardar los restos de este santo que nació en 1807, estudió en el Seminario de Vic y murió en 1870 en Francia.

Podría decirse que tener el nombre de san Antonio María Claret es tener en una iglesia de Yumbo algo de España. Para mí, tener una iglesia de san Antonio María Claret en el lugar donde vivo es como tener algo muy cerca de Yumbo…

Por Boris Julián Abadía Vivas

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