Los yumbeños se están acostumbrando a ver el parque Belalcázar, su más importante espacio público, convertido en la vitrina comercial de un sinnúmero de productos y servicios. Cuando no es, entre otros, la venta de planes de telefonía móvil y fija, lo son los electrodomésticos que se exhiben bajo toldas multicolores, o el ofrecimiento de tarjetas de crédito de grandes almacenes de cadena, ello sin contar con los servicios atentatorios contra la moralidad y la salud pública que se ofrecen en las horas de la noche, especialmente los fines de semana.
Con la llegada de los operativos montados por la policía de tránsito y carreteras, muchos conductores que acostumbraban a parquear sus vehículos en las calles adyacentes al parque principal mientras adelantaban sus diligencias en el centro, han debido recurrir al uso de los escasos parqueaderos privados o cuadrar sus vehículos en la única bahía acondicionada para tal fin sobre la carrera cuarta.
Sin embargo, para sorpresa de muchos de esos conductores, en los últimos días no han podido hacer uso del espacio público de parqueo autorizado en el parque Belalcázar, porque la bahía destinada para tal fin ha estado siendo utilizada como vitrina de exhibición de una empresa concesionaria de vehículos.
Consultada la persona encargada de la exhibición vehicular dijo que la concesionaria tramitó el permiso ante la Secretaría de Paz y Convivencia y que para hacer uso del espacio público pagaron en una de las casillas bancarias del CAMY lo que cobró la Administración Municipal para tal fin. Según los vendedores, el espacio asignado de manera inicial era el de la plazoleta cívica del CAMY, pero que por motivos del concierto de la Semana de la Juventud los hicieron ubicar sobre la bahía de parqueo público de la carrera cuarta de parque Belalcázar.
Conforme transcurrieron las horas y ante la ausencia de algún operativo de recuperación del espacio público por parte de las autoridades competentes, se da por cierta la explicación entregada por el personal de la empresa concesionaria de vehículos. Quedó entonces en el ambiente la sensación de que sí, el parque Belalcázar se está convirtiendo en un mercado persa con privatización de algunas zonas públicas…