Por Juan de Dios Vivas-Satizábal para www.todosesupo.com
Desde el 28 de abril del 2005 la sopa de tortillas es el plato que identifica a los yumbeños. En aquel entonces la Secretaría Departamental de Cultura y Turismo del Valle convocó a todos los municipios para que escogieran su respectivo plato típico con miras al establecimiento de la Ruta Gastronómica del Valle del Cauca.
Un grupo de yumbeños y yumbeñas, entre quienes se encontraban Lesdy Rivera, Dionny de Jáuregui, Luz Mery García, José Jairo Vergara, Rodrigo Mosquera, Victoria Valencia, Amaris Llorente, Harold Escobar, Luis Eric López, Abelardo Tello, Miguel Perilla, Luis Reynosa, Luz Amparo Cortázar, Ligia Sepúlveda, Marina Sepúlveda, Débora Prado, Josefina Sánchez, María Elena Gómez, Constanza García, Alicia Moreno, Edith Polanco, Marina Sepúlveda, Milena Polanco, María Elsy Sánchez y quien esta nota escribe, se reunieron atendiendo la invitación hecha por el IMCY para escoger el plato de los yumbeños, y aquella tarde, después de humeantes y sazonadas deliberaciones, habemus sopa de tortillas.
A algunos les sonará extraño aquello de sopa de tortillas, y hasta de pronto se confundan con la sopa de torrijas de la región caucana, pero el yumbeño fututo rememorará los almuerzos de los miércoles o los sábados, cuando en los hogares yumbeños se cocinaba la sopa de tortillas, o su pariente cercana la sopa de carantanta.
Cultura también tiene que ver con cultivo, y los pueblos se alimentan de lo que da la tierra. En Yumbo lo que antaño se sembraba en los solares de las casas era el maíz, planta gramínea americana que se convirtió en la base de la gastronomía yumbeña. Alejandro Humboldt en sus escritos dice que desde el norte de lo que hoy es nuestro país, hasta un poco más adelante de Popayán, todos los platos tienen como base el maíz.
Un recorrido por los solares yumbeños
Esto de la sopa de tortillas sirve para que recordemos que las gentes del Yumbo bucólico y apacible vivían de lo que la madre tierra les daba, y el trueque de productos agrícolas era la constante entre los yumbeños: hoy tenían plátanos que le sobraban de lo que sacaba del Higuerón pero de pronto faltaba la yuca que se cultivaba en Piles, o el cilantro de Castilla o las acelgas, o la arracacha que bajaban de la montaña junto con el azafrán de raíz o el achiote. Pero eso no importaba: las gentes intercambiaban sus productos y, sin timidez alguna, se enviaba a los hijos a solicitar algo prestado, no sin llegar los críos con algunas frutas de las cultivadas en casa: y entonces circulaban los nísperos, los madroños, los mameyes, las grosellas, las brevas…
La tierra lo daba todo. En el lavado de ropas en el río se aprovechaba la cáscara de chambimbe, entonces el trueque era entre adultos y niños: nos llevaban y, camino al charco, recogíamos aquellas pepas amarillentas que machacábamos para sacar la bolita negra y la cáscara entregarla a nuestras madres para que la usaran como jabón… También usaban el jabón de tierra que sacaban de las tantas “fábricas” yumbeñas siendo la más importante la de doña Gertrudis Sepúlveda en la calle sexta con carrera séptima.
Desde las lomas que circundan nuestro pueblo los yumbeños llevaban las grandes piedras con los que hacían los pollos para moler maíz, café, cacao, comino… Machacaban los granos, una y otra vez, sobre esa piedra plana de más o menos cincuenta centímetros de ancho por setenta de largo, veinte centímetros de espesor en un extremo y quince en otro, piedra bien labrada, cóncava en la parte superior y apoyada sobre un muro de piedras de roca caliza pegadas con barro. La piedra con la que trituraban los granos era traída desde la orilla del río. Sus dimensiones eran de veinticinco centímetros de largo por, más o menos, quince de ancho en su parte central, de forma rombal y que le llamaban “mano de piedra”. Todo tomado de la madre tierra.
Nuestras abuelas en cayanas de barro asaban las tortillas de masa de maíz. En pailas de barro freían las empanadas; en bateas de madera se llevaban los cuaresmeros y la natilla; en los mates (“zumbos” o totumos partidos por la mitad) se echaba el manjarblanco. Nuestro pueblo era feliz porque había para todos, y lo que sobraba lo llevaban a Cali a venderlo. Allá anhelaban la llegada de la línea (chiva) de Yumbo para salir a comprar las tortillas, las frutas, las ollas de barro, la flor de montenegro que llevaban las mulaleñas y chanqueños, quienes madrugaban a esperar a cualquiera de los primeros vehículos que tuvo nuestro pueblo.
Fama ganaron los productos yumbeños, y las gentes de afuera empezaron a identificarnos con ellos. Como anécdota hay que contar que en 1937, en el marco de la celebración del Cuarto Centenario de Cali, el equipo femenino de baloncesto de Yumbo conformado por Aminta y Ligia Palomino (hijas de don Juan B. Palomino), Mercedes y Silvia Lemos, Olga y Carmen Izquierdo, Elia, Noemi Rizo, Alba Arizala y otras, fue invitado a participar, y derrotaron al equipo de Bogotá: algunos de los espectadores pretendieron insultar a las yumbeñas con el apelativo de tortilleras, porque así nos conocían por fuera, pero ellas con gran donaire y con orgullo pusieron en alto el nombre de nuestro municipio.
Casi 70 años después de aquel partido de baloncesto los yumbeños escogerían como su plato típico a la Sopa de Tortillas.
(Artículo publicado inicialmente en www.todosesupo.com el 3 de agosto de 2011).
La sopa de tortilla puede ser (y seguro que lo es)el plato típico de Yumbo. Pero de cuándo?. Quien lo prepara en estos días?. Quién lo sabe? cómo se divulga?
Tenemos tres alternativas: Primero: Rememorar el pasado. Segundo: Revivirlo y Tercero: Generar nuevas opciones.
La primera opción no aporta nada a los de ahora. La segunda, quiénes estamos dispuestos a propiciarla? Y la tercera, a descubrir el plato actual!. Cuál es?. Quien opina? Será que se puede convocar a otro concilio como el indicado para redefinir un plato que se haga y se consuma actualmente?
No olvides la sopa de carantanta, podemos pedir la receta en Mulalo
PUES COMO ESTOY APRENDIENDO DE YUMBO, QUERO PREPARAR EL PLATO TIPICO, ASI QUE COMPARTAN LA RECETA, EN LA FOTO PARECE QUE LE COLOCAQRON DORITOS.