(Crónica publicada el 19 de octubre de 2017).
Por Ana Milena López Ortega para www.todosesupo.com
Las 6:05 de la mañana y estamos entrando a la I. E. Alberto Mendoza Mayor. A nuestra siempre y bien conocida Sede Liceo Comercial. El ruido es muy fuerte. Buscamos de dónde viene y encontramos al gavilán y su familia, en lo alto de la palmera, batiendo sus alas y dispuestos a buscar su alimento. Hacen varios vuelos acompañados de mucho ruido y atrapan animales pequeños.
En el horizonte se observa la salida del sol sobre la cordillera central. El paisaje es hermoso. Tendremos un lindo día.
La gata alimenta a su hijo. Ya tenemos una gran familia de gatos. Ella llegó hace un tiempo y causó sensación porque siempre buscaba la compañía y caricias de los humanos. Claro, y también muchos sustos cuando se paseaba entre las piernas de los y las profesoras en las reuniones. Luego apareció con sus hijos y así ha continuado. Una gata muy coqueta.
Otros visitantes y ya casi residentes son algunos perros. Que juegan con los estudiantes y se nota que se sienten muy cómodos los unos con los otros. Y son la angustia de los porteros tratando de sacarlos o no dejarlos entrar, y ellos haciéndoles toda serie de engaños para lograrlo. Los estudiantes juegan con ellos, están pendientes de su alimento y si necesitan agua. Y como le respondía una niña a una profesora que pretendía adoptar a uno: “no profe, aquí no le falta nada. Tiene alimentación y compañía”.
Los estudiantes que llegan por primera vez a la Institución expresan su sorpresa y comentan que en el colegio no se maltrata a los animales, al contario se los cuida y protege.
También nos acompañan muchos pájaros y unos hermosos colibríes que se alimentan del néctar de las flores de los diversos jardines. Producto del cuidado de varios grupos de estudiantes y sus profesores.
Predomina el verde en la Institución. Arboles muy antiguos como chiminangos, acacias y palmeras que se conservan desde la época en que el terreno era llamado “cien palos”. Hasta otros más recientes como árboles frutales y plantas ornamentales, que han sido plantados por los estudiantes desde los años 70.
Todos estos elementos han permitido la conformación de varios rinconcitos utilizados por los estudiantes para conversar, compartir alimentos y ponerse al día. Brindando tranquilidad y sosiego en los diferentes momentos de la jornada. Y de igual manera afianzando el sentido de pertenencia.
Y así transcurre el día a día de una comunidad que se interrelaciona con los regalos de natura y convive en la cotidianidad de las diversas manifestaciones de este hermoso milagro llamado “vida”.
Ana Milena López Ortega, historiadora egresada de la Universidad del Valle. Docente de la Institución Educativa Alberto Mendoza Mayor.
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