Fieles a su devoción a San Francisco de Asís, la familia Vergara Rivera se dio a la tarea de animar los nueve días previos a la Navidad llevando el rezo de la novena a sus vecinos y moradores del parque Belalcázar.
En su casa de la Carrera quinta, Jairo, Lesdy Lucía, José Jairo, Camila y Juan José, del 16 al 24 de diciembre, recibieron a los vecinos que puntales llegaban a las 6 de la mañana para rezar la Novena de Navidad ante el pesebre que días antes había bendecido el padre Fernando Gómez.
Y en este año en que se celebran ochocientos años de haber surgido el primer pesebre de la mano de Francisco de Asís, la familia Vergara Rivera continuó con la tradición, y así como desde Greccio, Italia, se irradió por todo el mundo cristiano, en esta ocasión salió de la casa y llegó hasta el parque Belalcázar, aquella que preside el franciscano Alfonso de la Concepción Peña.
Por eso los concurrentes habituales y aquellos que de paso transitaban por el parque principal, todas las mañanas vieron llegar al profesor Jairo Vergara Salcedo portando un pequeño pesebre organizado por su esposa la licenciada Lesdy Lucía Rivera Orejuela, el cual era descargado a un lado del puesto de Olga, la ventera de tinto y mecato al lado de una de las materas del parque.
Respondiendo ha llamado que el Papa Francisco hizo a los católicos de ir a las periferias a anunciar el Evangelio, el capitán Vergara, como le llaman muchos de sus contertulios en el parque por su rango en el Cuerpo de Bomberos de Yumbo, quiso llegar a muchas personas que estando a pocos pasos del santuario de Nuestro Señor del Buen Consuelo poco frecuentan los templos.
Durante el rezo de la Novena el ambiente matutino del parque Belalcázar se llenaba con las tonadas de los villancicos que de un radio vintage salían y que a muchos les recordó la época en que la única manera de escuchar los aires navideños era cuando se difundían por los altoparlantes del templo del Señor del Buen Consuelo.
Y el 24, hubo plato navideño
La jornada que en solitario inició Jairo Vergara Salcedo la mañana del sábado 16 de diciembre de 2023, poco a poco fue ganando adeptos, y como en el poema de Jorge Zalamea crecía la audiencia, que no solo eran los moradores habituales del parque Belalcázar, sino que empezaron a llegar personas que de manera fortuita se enteraron del rezo de la Novena preparatoria de la Natividad del Niño Dios.
Por eso no fue extraño que para el último día algunos ofrecieron su apoyo para compartir un plato navideño. Uno ofreció los tintos, otro costeó los buñuelos alguien más llevó el manjarblanco, el parquero regaló la natilla, y el de la guitarra madrugó a fritar las hojaldras.
Y los devotos y no devotos de San Francisco de Asís, el 24 de diciembre en procesión cargando el pequeño pesebre visitaron los puestos de los vendedores estacionarios, los lustrabotas y ventas de tinto, para luego sí sentarse en un ambiente de familia a degustar lo que con generosidad se brindaba, animados con las notas musicales y los cantos de José Jario Vergara Rivera, miembro de la familia que quiso llevar el abrazo de Francisco a los transeúntes del parque Belalcázar.
La bella tradición del pesebre aquella que hace 800 años iniciara San Francisco en el pueblo de Greccio continuó en Yumbo recordándole a la gente del parque principal el amor de Dios por nosotros, amor que se manifestará concediendo las súplicas que sus devotos elevaron.