Desde el año 2003 se conmemora cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de visibilizar esta problemática y recalcar que, a pesar de su gravedad, el suicidio es un fenómeno prevenible. El lema para 2024-2026, “Cambiar la narrativa”, busca derribar el estigma, crear conciencia y fomentar una cultura de comprensión y apoyo.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud indican que cada año más de 720 000 personas fallecen por suicidio, siendo esta la tercera causa de defunción entre las personas de 15 a 29 años. Esto supone una muerte en promedio cada 43 segundo y por cada muerte por suicidio se estima que hay 20 intentos.
El 73% de los suicidios ocurren en países de ingresos bajos y medianos y sus causas incluyen factores sociales, culturales, biológicos, psicológicos y ambientales presentes a lo largo de la vida.
¿Y en Yumbo cómo estamos?
Para conocer la realidad del suicidio en Yumbo solo se disponen de las cifras divulgadas en el Informe Calidad de Vida 2024 del programa Yumbo Cómo Vamos en 2023 hubo 127 intentos de suicidio y 9 personas fallecieron por esa causa. Tuvimos conocimiento de que la Secretaría de Salud Municipal no ha divulgado información de los últimos años.
En las estadísticas de los organismos de salud a nivel mundial está el dato preocupante de que el suicidio constituye la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años. En Yumbo, el 42 % de los casos de intento reportados fueron de jóvenes entre los 15 y 24 años.

Factores de riesgo para el suicidio
El suicidio es un problema complejo en el que intervienen todo tipo de factores: psicológicos, ambientales, sociales y biológicos. Sin embargo. se han determinado algunas causas que influyen en las conductas suicidas:
- En los niños y adolescentes, influyen especialmente factores como la historia psiquiátrica familiar, enfermedades mentales, la pérdida de un ser querido, la depresión, aislamiento social, abuso de drogas y alcohol. Además, se suma el bullying o acoso escolar.
- Para las mujeres y hombres, suponen un factor muy importante las relaciones con otras personas, la violencia doméstica o el estrés en el ámbito de la familia, aunado a las enfermedades mentales, abuso de alcohol y drogas, entornos familiares problemáticos.
- Los estudios señalan que en el grupo de edad de las personas mayores cuentan especialmente factores como la depresión, el dolor físico a causa de una enfermedad, el aislamiento social y familiar.
No obstante, cada persona vive un universo concreto que habría que analizar, para determinar cómo ayudarle a superar la etapa por la que está pasando y evitar las conductas suicidas.
Señales de alerta del suicidio
No siempre se puede saber si alguna persona de nuestro entorno inmediato está pensando en el suicidio, pero hay algunas señales de alerta que pueden hacer sospechar:
- Habla acerca del suicidio, o expresa frases como “desearía no haber nacido“, “quisiera estar muerto“, o similares.
- Intenta obtener medios para hacer efectivo el suicidio.
- Retraimiento extremo.
- Cambios de humor.
- Preocupación por la muerte.
- Sentir impotencia y desesperanza ante una situación.
- Abuso de alcohol y drogas.
- Cambios en la rutina normal.
- Hacer cosas autodestructivas e imprudentes.
- Despedirse de las personas como si fuera a ser definitivo.
Si se observan alguna o varias de estas señales, tratar de hablar con la persona, ofrecer ayuda y animarla a pedir ayuda a profesionales.
¿Qué podemos hacer para prevenir las conductas suicidas?
Cualquier persona es clave en la prevención del suicidio, ya que todos podemos marcar la diferencia como miembros de la sociedad: como hijos, padres, amigos, colegas o vecinos. Cada día podemos aportar para prevenir los suicidios en nuestro entorno.
- Concienciarnos sobre el tema del suicidio y sensibilizar a otros.
- Conocer las causas del suicidio y las señales de alerta.
- Mostrar cuidado y ayuda a las personas que se encuentran en situaciones difíciles.
- Cuestionar el estigma asociado al suicidio y a los problemas de salud mental, compartiendo nuestras propias experiencias. Debemos reemplazar la narrativa estigmatizante sobre el suicidio y fomentar una cultura de apoyo y comprensión. Y es que uno de los mayores obstáculos para la prevención del suicidio es el estigma. El suicidio se malinterpreta a menudo como un acto de debilidad o egoísmo y esto hace que las personas que tienen ideas suicidas no lo cuenten ni busquen ayuda porque se sienten avergonzadas. Hay que reemplazar esta narrativa dañina por una que promueva la comprensión.
El suicidio es un evento que afecta de manera global a las familias, a las comunidades y a los países. A nivel mundial, se suicidan cada año casi un millón de personas, lo que equivale a una persona cada 40 segundos. Cada vida perdida representa a un amigo, padre, hijo, abuelo o compañero de alguien. Por cada suicidio ocurrido, muchas personas alrededor sufren las consecuencias.
