Felicitamos al Colegio Gaia por sus primeros quince años de funcionamiento en nuestra ciudad. Presentamos a nuestros visitantes, la reseña histórica elaborada por su director, el maestro Germán Constaín Mazuera.

Hoy, Rudolf Steiner y su faro la Pedagogía Waldorf, nos encamina a descubrir la manera de descubrir las cosas y encontrarse con la belleza, la verdad y la bondad que hay en el hombre y la creación.
Ayer… Colegio “Gaia”, un sueño de dos, que buscaban para Yumbo una alternativa en la educación. Nace en 1997 con el nombre “Mi Jardín Secreto” inspirado en el corazón de Collin (niño protagonista principal) y Francis Ford Coppolla, director de la película “Jardín Secreto”.

Un maravilloso artículo de la Revista Integral de España fue la barcaza que nos acompañó en este partir de un gran viaje hacia el corazón (“Shumacher Collage: La primera Universidad Alternativa”), llevados de la mano de Satish Kumar, un hindú Janista Gandhiano que nos mostró “Semillas de luz” que podrían iluminar nuestro camino de educación y de Vida. Nos puso al frente al gran economista y músico chileno-alemán Manfred Max-Neef que guió nuestro rumbo vital educativo hasta el año 2002. De sus libros “Economía Descalza”, “Señales desde el mundo invisible” y “Desarrollo a Escala Humana: una opción para el futuro”, y hicimos maravillosas brújulas para nuestro trabajo cotidiano con los niños y comunidad educativa.

Este prolífico Nobel alternativo de 1984 puso en nuestras manos un maravilloso mapa de navegación: su matriz de necesidades y satisfactores. Con el concepto eje de “calidad de vida” y dicha matriz, comenzamos a caminar, inspirados en la necesidades según las categorías existenciales Ser, Hacer, Estar, Tener y las necesidades fundamentales humanas según categorías axiológicas (Subsistencia, protección, Afecto, entendimiento, Participación, ocio, creación, identidad, libertad).

Comenzamos a tratar de construir una “red-parabólica” que desde los diversos niveles de desarrollo de los niños y los adultos nos permitiera crear los denominados satisfactores singulares y sinérgicos que nos posibilitaran avanzar en la trascendencia de los satisfactores violadores, destructores, seudo satisfactores y satisfactores inhibidores imperantes en la escuela tradicional y la sociedad en general. Las necesidades no sólo son carencias sino también, y simultáneamente, potencialidades humanas individuales y colectivas. Esta fue una herramienta esencial que nos permitió asumir los surcos maravillosos para hacer germinar en los individuos y la colectividad de nuestra comunidad semillas del alma, que nos permitieran sobre la base de la satisfacción de esas necesidades fundamentales, acercarnos a nuestra verdadera esencia: el Espíritu.

En esta senda y con el deseo de satisfacer las necesidades fundamentales de los niños, jóvenes y adultos en relación con ellos mismos, el grupo social y el medio ambiente, contamos con el apoyo providencial de Instituciones y personas que nos permitieran elevar la calidad de vida de nuestra comunidad.

Pero, intuíamos que algo de fondo para la realización plena de nuestro trabajo hacía falta. En el trabajo de indagación bibliográfica e instituciones que nos permitieran profundizar acerca del cómo trabajar con los niños y crear los satisfactores adecuados de acuerdo a sus edades y condiciones particulares, logramos un encuentro con la pedagogía “Waldorf”. Este puente lo propicia justamente nuestra gran maestra de Musicosofia, quien nos acerca al gran maestro Rudolf Steiner a través del Colegio “Rafael Arcángel”, quienes a su vez en talleres semanales nos permitieron poco a poco ir ahondando en la visión de la naturaleza del hombre y sus etapas evolutivas (Septenios).

Inicialmente encontramos allí herramientas para crear satisfactores singulares para trabajar con individuos y poblaciones de niños. Pero la mayor profundización en relación con la Antroposofía y la pedagogía “Waldorf” a través de los talleres y las lecturas sistemáticas del año 2002–2003 fue definitiva. Así, a la par de este proceso de información y formación comenzamos con los niños de preescolar a seguir muchos de los consejos del qué hacer con ellos teniendo en cuenta las necesidades de su primer septenio, particularmente trabajando los ritmos, la voluntad y los cuatro sentidos inferiores (tacto, movimiento, equilibrio y vital).

Como maná del cielo, en el mes de julio del 2003 tuvimos la oportunidad de participar en el “Encuentro internacional de pedagogía curativa” organizado y desarrollado en Medellín. Allí nos relacionamos desde los diferentes niveles de nuestra existencia (físico, etérico, astral, espiritual) con los preceptos de la antroposofía, de la pedagogía curativa y la pedagogía Waldorf. Como anillo al dedo, el énfasis de dicho encuentro, se marcó teniendo en cuenta las necesidades de instituciones e individuos maestros que tenían el propósito de crear espacios educativos inspirados en la pedagogía “Waldorf”.

Merced a la generosidad de Juan Guillermo Restrepo, organizador de dicho evento, en el mes de enero del año 2004, vino a sembrar de corazón a Rudolf Steiner en el alma de nuestra comunidad Gaiana. Un encuentro de una semana con los tópicos diversos de expresión de la antroposofía y la vida del hombre. Con el entusiasmo de dichos encuentros como “cielo” se generó en nuestros directivos, maestros y padres de familia la decisión plena de entregarnos al trabajo Waldorf en preescolar y primaria.

Es así como esas semillas sembradas desde esa época por los amigos antes mencionados han dado extraordinarios frutos: En Yumbo tenemos el Colegio “Gaia” con 85 niños de preescolar, primaria y sexto y séptimo grado de secundaria, de estrato económico 1,2 y 3 (muy bajo, bajo y medio). Contamos con una sede campestre (5 hectáreas) en alquiler y un contrato de compra venta, ubicada en el barrio la trinidad II, a cinco minutos en carro del centro del municipio de Yumbo. Espacio que hemos venido adecuando según las pautas Waldorf interiorizadas. Los salones han sido construidos en guadua, esterilla y caña (material de plantas endémicas). La creación de este espacio físico y el espacio de formación tanto de los maestros y padres de familia se ha logrado merced a un gran esfuerzo económico y social de la comunidad a través de regulares actividades como kermés, rifas, tómbolas, etc. Para nosotros es grandioso el haber conquistado con el corazón de Steiner el alma y la voluntad de aproximadamente 80 familias en un municipio de profundo arraigo en torno a los modelos pedagógicos educativos y de vida tradicionales.

En este devenir con padres de familia, maestros y entusiastas colaboradores de nuestra iniciativa educativa Waldorf hemos creado una “antena” para decirle al Cosmos y a la Divinidad: “aquí estamos”. Nos hemos organizado en una fundación llamada “Educare”, “vientre” que en el juego de lo externo y lo interno en la existencia del hombre, ha venido dinamizando la comunidad en las diversas tareas para consolidar nuestra institución educativa.

Con los niños, los papás-mamás y la Asociación de Padres de Familia, “La Fundación Educare” hemos venido también con una entusiasta actitud esparciendo sábado a sábado de 8:00 a 9:00 a.m. a través de la radio, por nuestra comarca vallecaucana, los maravillosos principios que asisten nuestro pequeño “Universo sagrado” Colegio “Gaia”. En este programa llamado “Semillas de Luz”, los maestros, padres-madres de familia y los niños compartimos las gozosas vivencias que generamos creativamente día a día en el corazón de ellos y la comunidad. Dicho programa radial tiene como eje de trabajo los Valores Fundamentales del hombre (Amor, verdad, rectitud, paz y no violencia). En dicho espacio seguimos un camino que nos permite trabajar con los diferentes “cuerpos” (físico, etérico, astral, mental y espiritual) de los radioescuchas (niños, jóvenes y adultos). Desarrollamos espacios para el silencio, lo emocional, espacio de relajación, narración de cuentos, fábulas, biografías, anécdotas, frases, refranes, dichos, canciones, poesías, hasta el compartir formas de jugar y preparar un delicioso plato típico en un “lugar” que denominamos “Cocine sano con Gaia”.

Felizmente la barcaza colegio “Gaia” – Fundación “Educare” continúa su gran viaje por el océano de la existencia impulsado por dos grandes remos:
Tierra: Los preceptos de Rudolf Steiner
Cielo: La presencia de Cristo.

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