No hay que salir de casa ni de caza, basta con sintonizar alguna emisora o un canal de televisión para saber que nuestra moderna época no es menos supersticiosa que la medieval. Baños, riegos, amuletos, conjuros, tarot, velas, chocolate o quiromancia… hacen que nuestra modernidad no tenga ninguna autoridad moral para mirar de forma burlesca a los paganos de otrora. Por el contrario, a la Edad Media le debemos una gran cuota de avances científicos de toda índole difícilmente alcanzables hoy.
Por eso no me canso de repetir que asemejar al procurador Ordoñez Mal… Maldonado con un personaje medieval puede ser una gran idea, pero no por grande acertada. Insistir en hacerlo representa una gran injusticia, y no precisamente hacia el procurador.
De hecho, los que saben de historia estarán de acuerdo en que la Edad Media es período tan amplio que —convencionalmente— va, por lo menos, desde el siglo V hasta el XV, y por ello, reducir un periodo tan extenso a simple oscurantismo es una imprudente osadía.
Por ejemplo, ya en el siglo XVII, cuando se supone que había iniciado la Ilustración y, en todo caso, los europeos habían empezado a colonizar América se produjo en la ciudad de Salem (del estado de Massachusetts) una verdadera historia de terror que involucra a las brujas, pero de una forma particular: sin ninguna evidencia seria y más bien producto de una histeria colectiva alimentada por rumores, fueron detenidas, encarceladas, juzgadas y asesinadas un gran número de personas acusadas —de forma infundada e infundida— de brujería.
Pero «la condena es prueba suficiente de culpabilidad» y además «cualquier cosa que se salga de lo usual resultará sospechosa» reza el texto del Malleus Maleficarum. Instructivo manual que, dicen los que saben, no sólo continúa vigente sino que además ha sido la guía del procurador en casos como el de Piedad y el de Petro.
El concho I: El procurador apela a normatividad internacional (Estatuto de Roma) cuando se trata de oponerse al proceso de paz pero parece desconocer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
El concho II: Escribo procurador porque la Real Academia Española recomienda que los poderes fácticos se escriban con minúscula inicial.
Por Marlium Jamir Pérez, especial para www.todosesupo.com.
Marlium Jamir Pérez / Estudiante de sociología; Exparlamentario Nacional de Juventudes Liberales, miembro del colectivo Colombianos/as por la Paz, Exasambleísta Departamental de Juventudes Liberales del Valle del Cauca.
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