La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la resolución A/RES/47/193 por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua. Con esta celebración se buscan actividades concretas como el fomento de la conciencia pública a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos.
Con esta fecha también se busca la puesta en práctica de las recomendaciones de la Agenda 21 o Plan Ambiental acordado por los 140 países que participaron en la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Con esta Agenda se buscaba impulsar la sostenibilidad a nivel mundial y orientar la consolidación de un nuevo modelo de desarrollo para el siglo XXI.
El objetivo de crear conciencia ciudadana de la importancia de los recursos hídricos en Yumbo no se ha logrado. Son recurrentes las denuncias por la deforestación de las cuencas hidrográficas del territorio municipal. A diario se escuchan las quejas de ciudadanos ante el desperdicio del agua potable en algunos sectores de la ciudad, cuando no por las fugas de agua por la no pronta reparación de daños en las redes de distribución de los acueductos de Yumbo. Esto en cuanto a comportamientos antisociales de algunos ciudadanos y la inacción estatal para prevenirlos y sancionarlos.
Sin embargo, es el mismo Estado Municipal quien más está atentando contra el agua, si consideramos que por siempre las aguas servidas de los yumbeños son vertidas a su río tutelar y quebradas que se han convertido en receptores de desechos. Esta situación ha llevado a que desde 1998, año en que se empezó a cobrar la tasa retributiva ambiental, los yumbeños vienen pagando a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, grandes cantidades de dinero por concepto de este recaudo.
Como testimonio histórico de la omisión del Municipio de Yumbo en la defensa del agua, reproducimos la crónica que el 14 de noviembre de 1996 el diario El Tiempo-Cali, con la autoría de Gloria Chaparro Soto, publicó sobre la entrada en funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del río Yumbo. En su momento fue algo esperanzador, pero el tiempo se encargó de borrar toda ilusión y enturbiar el panorama.
YUMBO NO CONTAMINARÁ MÁS AL RÍO CAUCA
Por Gloria Chaparro Soto, diario El Tiempo-Cali.
Con sus aguas turbias, espumas navegando en la corriente y el aleteo de las garzas, el río Cauca recibe cada año 6 500.000 toneladas de sólidos (materia orgánica y erosión). Ahora hay una esperanza para disminuir esa contaminación. A mediados de diciembre comienzan las primeras pruebas de la planta de tratamiento de aguas residuales del río Yumbo, que se pasean negras y malolientes rumbo al Cauca. Según la Contraloría Departamental, la mayor contaminación al Cauca proviene de Cali.
Diego Escobar, del área de proyectos de Corpocuencas, informó que solo Ginebra y Cali, con una planta que recoge aguas de 25.000 personas, están operando en este momento.
Cali arroja al Cauca 93 toneladas diarias de materia orgánica, o sea el 26 por ciento de las 375,7 toneladas que le llegan a diario al río a su paso por el Departamento.
Con la puesta en marcha de la planta de tratamiento Cañaveralejo de Cali, que ha tardado 10 años en su construcción, y la nueva de Yumbo, con una capacidad de tratamiento de los desechos que producen 150.000 personas, el río Cauca empezaría a respirar un poco.
En la vereda de Platanales, en el oriente de Yumbo, se termina el montaje de la planta de tratamiento Krofta, de origen suizo, cuyo costo asciende a 3.000 millones de pesos.
El Secretario de Obras de Yumbo, Fernando Martínez, explicó que después de hacer un balance sobre la tecnología a emplear, el Municipio decidió que la planta fuera aeróbica, que se utilizara el aire y no anaeróbica, donde las bacterias descomponen los elementos contaminantes.
Se pensó contar con lagunas de oxidación (donde se trata la materia orgánica con bacterias) pero exigía mayores costos. Se requería de la compra de un mayor terreno. Además se retienen para su tratamiento los sedimentos durante un mes, mientras que con la planta solo se tarda un minuto , explicó Martínez.
Esta planta que trabaja con un sistema físico-químico, donde interviene la ayuda del alumbre, removerá el 90 por ciento de los sólidos de las aguas residuales que producen los 75.000 habitantes del municipio.
Las aguas negras llegarán a la planta a través de los colectores izquierdo y derecho del río Yumbo (que se están construyendo) y se detendrán en los desarenadores (especie de cribas) y posteriormente el flujo pasará a ser aireado para que queden a flote los residuos. Luego llegarán al barredor de lodos, serán tratados con úrea y se convertirán en abono.
El agua llegará tratada al río Cauca. Se ha pensado además en utilizarla mediante tratamiento especial y control en un laboratorio que se construirá cerca de la planta.
Luis Alberto Cobo, jefe de la Unidad Ambiental de Yumbo, dijo que el municipio trabaja en la reforestación de las microcuencas Yumbillo, Santa Inés y Salazar que conforman el río Yumbo donde se ha invertido 3.500 millones de pesos.
Yumbo dice con orgullo que estará cumpliendo con las normas del Ministerio del Medio Ambiente de que los municipios del Valle no contaminen al Cauca. (Hasta aquí la crónica del diario El Tiempo).
Han pasado muchos años desde entonces y las aguas servidas se siguen descargando en el río Yumbo y éste las lleva hasta el Cauca. Por eso los yumbeños, en los veinte años de celebración del Día Mundial del Agua, no podrán desearle un feliz día al recurso hídrico porque de nuevo en este año se ha pasado en rojo.