Si es o no una muletilla de campaña, vaya y venga, pero asumamos que al fin los discursos de la clase política coinciden en una verdad absoluta: la única manera de sacar a Yumbo de la crisis es la educación. Con educación se puede acceder a los empleos; con educación construimos ciudadanos competitivos que no sólo se dediquen a buscar puestos de trabajo, sino que también los creen; con educación aseguramos que las nuevas generaciones eliminen de tajo la idea perversa de que la Alcaldía es la única fuente de ocupación.
Pero ahora que todos lo dicen, resulta fundamental saber cuál es el mecanismo más eficaz para asegurar educación a la inmensa mayoría de los yumbeños. “Hay que hacer universidad en Yumbo”, he escuchado en repetidas oportunidades a los candidatos. ¿Es éste el paso correcto? Lo pregunto, porque planteado así, señores candidatos, nos terminará saliendo más caro el caldo que los huevos.
Traer las universidades a Yumbo implicaría un esfuerzo presupuestal del que hasta ahora ningún candidato y ningún Partido nos han hablado en profundidad. (Recordemos que en los últimos años el Municipio ha estado muy cerca de una crisis financiera, incluso para pagarle a su propia planta de empleados). Construir o adaptar instalaciones óptimas que vayan más allá de un salón de clases con sillas y tablero, tener laboratorios de altura o espacios para prácticas no es un asunto de quinientos pesos. Sin duda, hay aquí una reflexión mayor que hasta ahora nadie les ha pedido a nuestros candidatos. Eso sin contar los planes en materia financiera que implica tener una nueva planta de profesores. ¿Quién asumirá sus salarios?
Agreguemos un tema del que nadie habla con honestidad, pero que quienes estamos dentro del mercado laboral conocemos con absoluta precisión: Para los empleadores resulta fundamental el estatus de la universidad de la que viene su futuro empleado. No nos digamos mentiras, la empresa privada siempre verá con mejores ojos a un estudiante de la Universidad Javeriana que a uno egresado de algún instituto popular. ¿Qué tiene que hacer un estudiante egresado de la Universidad de Pamplona ante uno de la Universidad ICESI? Con el dolor del alma debo decir: Nada. La desventaja es evidente y el error de nuestros candidatos también.
De nada nos sirve asegurar que traeremos educación universitaria a Yumbo sino somos conscientes del estado actual del mercado laboral, que va más allá de la zona industrial (pues por más opciones laborales que haya, la posibilidad de una crisis económica en el sector industrial siempre podrá existir), que tenemos que preparar a los muchachos en las carreras que necesita la industria (limitando la formación a carreras técnicas y desconociendo el poderío de las carreras profesionales e incluso de la formación humanística y artística), o de traer sedes satélites de universidades que nunca han registrado en el ranking de las mejores del país, en últimas, universidades de garaje.
Pongámonos serios. Yo no creo que haya que traer las universidades a Yumbo, creo que hay que llevar a Yumbo a las universidades. Necesitamos que el próximo alcalde asegure subsidios de transporte para quienes están luchando por terminar sus carreras y para los que aspiran a comenzar su formación. Necesitamos asegurar mejores resultados en las pruebas ICFES -y estímulos para quienes tengan los mejores resultados-, para que el número de yumbeños que accede a la Universidad del Valle y a la Universidad Nacional (las dos únicas instituciones públicas con historia, respeto y peso en el mercado laboral) sea cada vez mayor. Y ahí viene la primera prueba: la secretaría de educación debe estar en cabeza de un gerente que construye una política pública seria y no puede seguir siendo escampadero burocrático.
Le creeré al primer candidato que asuma el reto de defender hasta con los dientes la independencia de la Secretaría de Educación y que le presente a los yumbeños desde su campaña un plan de choque que reactive la calidad en las escuelas y en los colegios; que dinamice la calidad académica y que al final genere como resultado contundente un número más elevado de estudiantes con competencias para ingresar a las universidades públicas. La estrategia debe empezar por ahí.
Por Ronald Mayorga, Comunicador Social egresado de la Universidad del Valle.
Hay que dejar de defender la idea según la cual Yumbo tendría que producir obreros y técnicos, con el argumento de que el sector industrial crea esta demanda y que ante la poca oferta del municipio, son los caleños quienes terminan ocupando estas vacantes de empleo.Y yendo más allá, diría incluso que hay que dejar de pensar si la
cuestión es crear nuestra propia universidad o crear subsidios de transporte que faciliten desplazarse hasta las ya existentes.
El principal desafío de los nuevos dirigentes, debe ser fortalecer la educación básica y media en el municipio, de modo que no sólo se incrementen las posibilidades de acceder a la educación superior pública, sino que disminuya el riesgo de deserción al que se ven expuestos estos jóvenes cuando entran a una institución donde la competencia y la exigencia de excelencia académica,los saca del
camino en segundo o tercer semestre. Basta con mirar las estadísticas: la cobertura de educación media en Yumbo es inferior a la nacional(80%), y los resultados de rendiemiento académico muestran que el 40% de los estudiantes se encuentran en la calificación Bajo según los estándares.Y de los resultados del icfes, ni hablar!
La cuestión más importante para Yumbo en este momento es aumentar la cobertura y mejorar la calidad de la educación en las instituciones públicas con que cuenta. Así que a los aspirantes, les vendría bien que alguien les recuerde eso de: PRIMERO MI PRIMARIA!!