Las iguanas, o grandes lagartos, que por varios meses fueron inquilinas del parque Belalcázar, empezaron a ser retiradas este martes 14 de agosto. Un funcionario de la CVC, servidores públicos de la Umata y cuatro unidades del Cuerpo de Bomberos de Yumbo se dieron a la tarea de cazar los casi cincuenta saurios que alguien, a lo mejor con la buena intención de contribuir en el ornato, los trajo.

Sin embargo, el hábitat del parque Belalcázar no es el indicado para las iguanas. Esta especie requiere de riachuelos cercanos, amén de bancos de arena en los cuales desovar en su época de reproducción en los meses de diciembre a febrero. En el sitio carecen de alimentación adecuada, consumiendo lo que los transeúntes les brindan.

Para la comunidad la presencia de las iguanas en el parque se había convertido en una incomodidad por las heces que en cualquier momento caían sobre las cabezas de los acalorados yumbeños que salen al parque a tomar la brisa y a degustar un cholado, además de los riesgos para la salud pública por las infecciones que transmiten los lagartos con sus parásitos.

Según información suministrada por Bomberos Yumbo, todavía falta retirar los ejemplares más grandes y que se resguardan en los copos más altos de los árboles del parque Belalcázar, los mismos que las iguanas por falta de alimento les han ido acabando su follaje. Los animales capturados son llevados a la hacienda Guabinas y a los humedales del río Cauca.

Todo un espectáculo la cacería…

La cacería de las iguanas se convirtió en un espectáculo para los visitantes habituales del parque Belalcázar y para los peatones que cruzaban el mismo. La reacción en algunos fue de rechazo y el abucheo para quienes cumplían el encargo de cazar las iguanas; muchos otros comprendieron y apoyaron la decisión y llegaron hasta abogar por el retiro de los palomos que llenan el parque.

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