La caña de azúcar fue traída por Sebastián de Belalcázar desde Santo Domingo, República Dominicana, en el siglo XVI. Esta gramínea fue sembrada en su hacienda La Estancia, de éste, nuestro municipio; y de aquí distribuida por los municipios de la margen izquierda del río Cauca.
Vale mencionar que transcurrieron muchos años y pasaron muchas cosas para consolidarse la industria de la caña de azúcar.
“En el antiguo territorio de Llanogrande, en la margen derecha del río Amaime, el capitán vasco Gregorio de Astigarreta, fundó el primer trapiche en l560. Alrededor de él, se fue formando un caserío, que luego se conoció como San Jerónimo de los Ingenios”.
Ahora voy a referirme a la hacienda El Alisal, establecida en el sitio donde se formó San Jerónimo de los Ingenios.
“El fundo de El Alisal constituyó uno de los extensos del Antiguo Cauca, cuya área fue superior a la de hoy día”.
La dicha hacienda El Alisal fue de las más grandes con una extensión de tres mil (3.000) hectáreas. Ésta deriva su nombre del zanjón del Alisal o Yarumal; “nace dentro del predio que hoy ocupa el ingenio Providencia”. Atraviesa la carretera Central, baña varias propiedades de este a oeste y tributa sus aguas al río Amaime. En ese entonces pertenecía la zona de Amaime al municipio de Buga. Después perteneció la zona, al municipio de Cali. Y hoy día, pertenece al municipio de El Cerrito.
“El Alisal fue una de las haciendas de mayor preponderancia durante la época colonial, ya que por su considerable extensión territorial e igualmente por la excelente posición social de sus propietarios quienes luego durante la época de la Independencia, presta muchos y valiosos servicios a la causa republicana”.
“Anterior al advenimiento de la República, dicha hacienda fue vice parroquia de Llanogrande o Palmira, cuando esa feligresía se extendía hacia el norte, desde el río Zabaletas, corriente ésta, que hizo o partió límites entre los municipios de El Cerrito y Guacarí”.
Uno de los tantos globos de tierra lo compró el prócer Pedro Vicente Martínez y Cabal a su señora madre, doña Margarita Cabal, hija del español José Cabal y doña María Josefa Escobar Santacruz. El prócer Martínez Cabal, testó en Buga en 1840, (Juzgado 1° del Circuito de Buga, legajo denominado “Mortuorias”). Fue entonces cuando empezaron a figurar los Martínez como propietarios de la hacienda El Alisal.
De los recuerdos de mis antepasados, queda que mi abuela paterna María Luisa Carvajal Martínez, fue una de los muchos herederos que pelearon dicha fortuna. Desconozco los resultados; pero si recuerdo de niño, entre “gallos y medianoche”, que mi tío Venancio Sanín Carvajal, q.e.p.d., comentaba a los mayores que eso se “encontraba en el Consejo de Estado para fallo”. Ya en mi adolescencia pude “establecer” que el dicho Consejo de Estado falló en contra de los muchos herederos; y parece ser que el predio que le correspondió a mi abuela, conocido como “los terrenos de Guabas”, hoy corregimiento de Guacarí, estuvo ocupado y fueron entregadas las escrituras a quienes ocupaban los terrenos por Prescripción Extraordinaria Adquisitiva de Dominio.
Así es la vida… ¡Qué le vamos a hacer!
Bueno, volviendo al principio. Don Carlos Bastos y su señora esposa, doña Martha Lucía Alvarado, han asumido el liderazgo de convertir el parque de su sector en la Nueva Estancia, y bautizarlo como el de la Caña de azúcar, en homenaje y recuerdo de esta planta tan importante para la economía del país. ¡Adelante con su proyecto! ¡Ni un paso atrás!
Nota del autor: Las citas fueron tomadas del libro Geografía e Historia de El Cerrito de Eduardo Riascos Gruesso. Editorial J. Fernández e hijos, Cali, 1956.
Por Álvaro Sanín Gómez especial para www.todosesupo.com.