Por Marlium Jamir Pérez para www.todosesupo.com
Hay quienes sostienen que no es que el hábito de leer se esté extinguiendo sino transformando. Leemos decenas, incluso centenas, de mensajes de WhatsApp, correos electrónicos, memes, listas, panfletos, mensajes de texto, publicidad… A pesar de ello, hoy cada vez más gente tiene más cerca las obras de Freud, de Marx y de Nietzsche, de Lacan, de Foucault y de Deleuze; pero son definitivamente los libros de autoayuda y superación personal los —en palabras de mi maestro Renán Silva— verdaderos exponentes de la verdadera filosofía de nuestra época.
De cualquier manera, hoy tenemos más acceso a la información que hace cien, cincuenta, veinte años. Por un lado, la población analfabeta es evidentemente menor y, por otro lado, las nuevas tecnologías acercan más la información a la población. Información que va desde las partituras verdianas de Rigoletto hasta el más reciente video de una famosa actriz porno.
Habría que añadir el reciente fenómeno de los youtubers, quienes además de emitir videos —desde tutoriales hasta nuevas producciones cómicas difíciles de clasificar— también escriben libros que se exponen y venden en las estanterías de librerías y ferias junto a las versiones infrarresumidas de las grandes obras literarias así como los demandados libracos de Coelho, Cuauhtémoc y Kiyosaki.
En fin, las sociedades van resolviendo permanentemente qué tipo de información es apta para qué tipo de población. En ese sentido, es decir en un sentido moral, la Fundación Casa de la Cultura de Yumbo, (con el auspicio del Programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura) ha cumplido una función importante, particularmente con un proyecto que han atinado en llamar «ACCIONES PARA IMPULSAR Y FOMENTAR LA LECTURA EN VOZ ALTA Y UTILIZACIÓN DE NUEVAS TECNOLOGÍAS», que sin pretender adentrar a la población infantil de lo que conocemos como «lo culto», hace las veces de guía no sólo para el consumo sino además para la producción de documentos —información— y de cierto tipo de individuo.
El concho: Una sociedad madura debería preguntarse permanentemente por el tipo de individuo que produce y fijar su atención en las formas que está usando para ello.
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