El 22 de abril se celebra en todo el mundo el Día de la Tierra, una expresión tan sencilla como llena de contenido, ya que hace referencia al planeta que habitamos y lo que estamos haciendo con él para las futuras generaciones.
El origen de esta conmemoración se sitúa en 1970, año en el que se inició un movimiento medioambiental en Estados Unidos que sacó a la calle a 20 millones de personas para luchar por un entorno más saludable.
Tras esta manifestación se logró que los políticos (aunque no todos) tomaran conciencia sobre la importancia de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, y se creó la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos. Esta asociación se encarga de las leyes para conseguir aire limpio, agua potable y conservar especies en peligro de extinción.
Responsabilidad ciudadana
Sin desconocer la responsabilidad política de nuestros gobernantes y legisladores, el ciudadano del común también debe tomar conciencia de la necesidad de proteger el planeta que habitamos, la Tierra o Casa Común como le ha llamado el papa Francisco, a través de su encíclica Laudato si (Alabado, seas).
La ciudadanía debe conocer que en los hogares hay residuos sólidos que son aprovechables (papel, plástico, vidrio, metal y en algunos casos, también alimentos); no aprovechables (residuos sanitarios, restos de preparación de alimentos o bebidas. Incluso residuos peligrosos, como jeringas), y de manejo especial (llantas, equipos electrónicos y bombillos). Una buena acción ciudadana es conocer a dónde llevar aquellos residuos de manejo especial.
En Yumbo, en el pasado mes de febrero, un grupo de docentes se dieron a la tarea de generar un espacio de sensibilización frente al manejo adecuado de los residuos peligrosos generados en el hogar, la oficina y los establecimientos comerciales, dirigido a los habitantes del municipio de Yumbo. Esta actividad fue organizada por la Pontificia Universidad Javeriana y la Corporación Autónoma Regional del valle del río Cauca, CVC.
Así fue como los yumbeños de todas las edades, y de manera especial la población educativa, supieron que en Yumbo existen sitios de recolección de los residuos considerados peligrosos, tales como los medicamentos, envases de insecticidas, pilas usadas, bombillas y lámparas fluorescentes, etc. y los sitios de recolección en Yumbo. Además se dio a conocer los riesgos o peligrosidad para la salud o el medio ambiente que presentan aquellos residuos.
Programa de Posconsumo Punto Azul (htpp//puntoazul.com.co/donde-estamos-3/)
Recolecta los medicamentos vencidos, parcialmente consumidos o expuestos a temperaturas inadecuadas, cuyo riesgo se manifiesta en su poder tóxico e irritante, además de que contaminan las fuentes de agua y el otro peligro que es el uso de estos medicamentos para el contrabando y la falsificación.
Sitios de recolección: Comfandi (calle 15 N° 6-46), Interdrogas (carrera 2ª. N° 8-50, Supermercado Centro Abastos), Jhonson & Johnson de Colombia S. A. (calle 15 N° 31-146, Arroyohondo)
Programa de Posconsumo Cierra el Ciclo(htpp//cierraelciclo.com.co/puntos)
Recolecta envases de plaguicidas e insecticidas, cuyo riesgo se manifiesta en su poder tóxico. Los tarros de insecticida se vuelven altamente peligrosos, los componentes pueden ocasionar cáncer. Esos elementos dejan residuos en los diferentes empaques que al botarse (con la lluvia y el calor) van descomponiéndose, drenando estos líquidos al suelo, logrando contaminar no solo la tierra, si no el aire y el agua.
Sitio de recolección: Secretaría de Salud de Yumbo (calle 6 N° 4-69, edificio Yumbo Empresarial, parque Belalcázar).
Programa de Posconsumo Pilas Colombia (htpp//pilascolombia.com.co/puntos_recoleccion/)
Recolecta pilas usadas, cuyo riesgo se manifiesta en su poder tóxico y en tener elementos radiactivos. Al arrojar las pilas a la basura empieza su proceso de descomposición, oxidándose y drenando los materiales con los que se fabrican. En este proceso va soltando líquidos que llegan al suelo y al agua, generando contaminación al medio ambiente.
Sitios de recolección: Secretaría de Salud de Yumbo (calle 6 N° 4-69, edificio Yumbo Empresarial, parque Belalcázar), Ecopetrol S. A. (carretera Panorama, vía a Vijes), PGI Colombia Ltda. (Zona Franca del Pacífico).
Programa de Posconsumo Lumina (htpp//lumina.com.co/recolectar/puntos_recoleccion)
Recolecta bombillas y lámparas fluorescentes (se recomienda embalar en cartón o plástico de burbujas para evitar su ruptura en el contenedor). El riesgo de estos artículos se manifiesta en su poder tóxico y reactivo. Hay bombillas que contienen mercurio (elemento altamente tóxico) en cantidades promedio de 5 y 20 miligramos
Sitio de recolección: Secretaría de Salud de Yumbo (calle 6 N° 4-69, edificio Yumbo Empresarial, parque Belalcázar).
Así como existen sitios y programas para una buena disposición de residuos peligrosos, también existen aquellos a los cuales se pueden llevar otros artículos como las llantas y los equipos de cómputo.
Las llantas usadas y sus riegos
El programa Rueda Verde gestiona la reincorporación de las llantas como materia prima para nuevos procesos productivos. Por ejemplo, son usadas como materia prima del asfalto para la construcción de vías. Se pueden entregar por persona un máximo de cinco ruedas por vez. El riesgo que ofrecen las llantas en desuso es que el tiempo de degradación es lento, pues este material demora cientos de años en descomponerse. Cuando se dejan llantas abandonadas al aire libre se convierten en el espacio perfecto para ser criadero del mosquito Aedes aegipty, que transmite dengue, zika y chikungunya.
Los puntos para entregarlas se enlistan en www.ruedaverde.com, donde hay sitios como centros de servicio, montallantas y servitecas. En Cali también reciben Energiteca de la Avenida Cañasgordas, así como auto centro Capri SA y Dis-tribuciones Capri.
Materiales tecnológicos y sus riesgos
Aquí aplica el programa Ecocómpunto, que recolecta USB, portátiles, bafles, impresoras, entre otros elementos. Los recogen los últimos fines de semana de cada mes en centros comerciales como el Éxito de San Fernando y el de La Flora. Más información en www.ecocomputo.com.
Lo que se hace con los productos es dividirlos en dos fases, la primera: se encarga de ver qué equipos pueden servir, se reparan y son donados a un organización no gubernamental y la segunda es donde se hace la disposición final de lo que no sirve, para generar nuevos productos o energía eléctrica.
El riesgo que ofrecen estos elementos tecnológicos es que muchos contienen plomo, mercurio, cadmio y químicos peligrosos, que pueden afectar el sistema respiratorio, nervioso y también pueden generar cáncer.
Así es que si se quiere hacer una buena acción para el planeta Tierra (y que nos favorezca a todos los habitantes y a quienes han de llegar), hay que empezar por conocer que no toda la basura debe ir en la caneca…