Lo acontecido en la tarde de este viernes 4 de septiembre en una vivienda del barrio Bellavista podría interpretarse como una puesta en escena de la llegada de las culebras a los hogares en estos tiempos de pandemia.
Y es que la pandemia, que obligó al confinamiento de amplios sectores de la población, hizo que los ingresos económicos en miles de hogares se dejaran de recibir o en muchos se disminuyeran de forma dramática. Gran parte del consumo en los hogares se ha sostenido por la deuda y no por mayores ingresos.
Según analistas económicos, durante estos meses el uso de las tarjetas de crédito aumentó en un 25 %, cifras del sector bancario, pero que no tienen en cuenta a los ciudadanos no bancarizados y que como tal deben recurrir al agiotista o al préstamo solidario de amigos y familiares. Como dicen algunos damnificados: las ayudas oficiales se dilatan en los trámites burocráticos, y el billete no llega a tiempo.
El hecho es que un gran número de quienes pueden recurrir al dinero plástico en estos tiempos les han dado un mal uso a las tarjetas de crédito recurriendo al fiado sin tener un aumento real en sus ingresos. A esto se suma la falsa ilusión de tener dinero extra cuando se realizan transacciones digitales: pagan con el plástico y creen que el efectivo es dinero extra, el que luego se gasta en consumos innecesarios y no se usa para el pago de las deudas contraídas con las tarjetas de crédito.
Cuando las culebras se meten a las casas…
Y en estos días, cuando se avanza hacia el sexto mes de la pandemia, son muchos los hogares yumbeños en los que empiezan a aparecer las culebras frente a sus casas. Unas veces llegan en forma de mensajeros entregando extractos de tarjetas de crédito algunos con amenazas de cobros jurídicos. Aunque hay otras culebras que llegan a bordo de potentes motos conducidas por malencarados hombres a recoger la cuota del impagable préstamo al que se hubo de recurrir para sostener los gastos de los meses de encierro…
Sea como fuere que llegare el cobro esto siempre será motivo de helar la sangre… Y fría tenía la sangre el ofidio que al mediodía, a lo mejor huyendo del calor, se anidó en la vivienda de una sencilla familia de Bellavista en Yumbo.
A la una de la tarde cuatro unidades del Cuerpo de Bomberos de Yumbo, a bordo de la máquina L4, atendieron el llamado de la comunidad alarmada por un reptil que se encontraba dentro de una lavadora fuera de servicio.
Al llegar al sitio los bomberos realizaron la inspección ocular, desarman el electrodoméstico y divisan la culebra anidada en el comando del mismo logrando así la captura para su liberación lejos de la comunidad, según relata el Cabo 1°, Esteban Torres Villarreal.
Esto como para una historia contada por alguien que tenga las cualidades de Esopo podría tener un final feliz con moraleja incluida. La serpiente de Bellavista salió libre para el monte que circunda el sector y la comunidad quedó tranquila .
Pero las culebras que ha dejado la pandemia, y que por estos días están alborotadas, parece que no se van a ir tan fácilmente y los extractos bancarios siguen llegando y las motos rugiendo…
