Nuestra Federación Red de Mujeres de Yumbo está de plácemes, ya que por fin se va a reconocer los derechos de las mujeres que trabajan en los oficios domésticos. Una ardua lucha de organizaciones sociales de mujeres, sindicatos y migrantes de todo el mundo logró que el pasado 16 de junio de 2011, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptara en Ginebra el primer Convenio y Recomendación sobre el Trabajo Decente para los trabajadores y trabajadoras domésticas.
Este avance normativo supone un primer eslabón ante la realidad de injusticia y explotación que sufren cada día millones de trabajadores y trabajadoras, en su inmensa mayoría mujeres e inmigrantes.
El Convenio reconoce que las trabajadoras del hogar tienen los mismos derechos fundamentales que tienen todos los trabajadores:
• El derecho a la libertad de asociación y negociación colectiva.
• La eliminación de todas las formas de trabajo forzoso.
• La abolición efectiva del trabajo infantil.
• La eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación
Se calcula que hay 52 millones en todo el mundo en este ámbito, 2,1 millones de ellos son migrantes, el 83% de ellos son mujeres, y se estima que en total, el trabajo doméstico representa no menos del 7,5 % del empleo asalariado femenino en todo el mundo. Este es un punto de referencia: es un instrumento clave para garantizar que los trabajadores/as en empleos informales y precarios tengan efectivamente acceso a un trabajo decente.
El Convenio confiere el derecho a los millones de trabajadoras del hogar de disfrutar de los derechos reconocidos a los trabajadores en general. Hasta ahora, la mayoría de las trabajadoras del hogar pertenecían a la denominada economía informal. Una vez ratificado, este Convenio tiene el potencial de sacar a millones de trabajadoras de la economía informal y proporcionarles un empleo formal. El Convenio reconoce en primer lugar el derecho de las trabajadoras del hogar a organizarse en sindicatos, lo cual sigue estando hoy en día prohibido en muchos países. Este cambio debería permitirles negociar y tener mejores condiciones de trabajo.
El trabajo doméstico es realizado por millones de personas en el mundo, especialmente mujeres. Estos trabajos son mal pagados y su reconocimiento como trabajo es casi inexistente. En muchas partes del mundo el trabajo doméstico no es valorado frente al aporte que hacen estas personas al desarrollo de familias y niños. El apoyo y reconocimiento de las y los trabajadoras y trabajadores domésticos se convierte en un elemento fundamental para el bienestar de la sociedad en general.
Por: Edith Consuelo Medina /Federación Red de Mujeres de Yumbo