El teatrino de la Ciudadela Carlos Pizarro León-Gómez, que fue construido con dineros del erario y como un lugar de sano esparcimiento para los habitantes de la comuna cuatro de Yumbo, se ha convertido en un dolor de cabeza para los vecinos. Cada día el estado de abandono que presenta es mayor y la maleza que crece en este espacio público amenaza con devorarlo.

Las graderías, que debieron recibir las familias para presenciar intervenciones artísticas, hoy las llenan los restos de botellas de licor que dejan los borrachos que llegan en las madrugadas a terminar la rumba. Estos borrachos no solo contaminan el sitio sino que alteran el sueño de los habitantes de la Ciudadela con el escándalo generado con los equipos de sonido de los carros en que se desplazan.

Los consumidores de sustancias psicoactivas han convertido en muladares los camerinos del teatrino. Estos mismos consumidores obligaron a los pocos que se aventuraban a subir hasta el teatrino y sus alrededores a practicar deportes, a no volver debido a los constantes atracos de que fueron víctimas.

La comunidad de Pizarro clama para que las autoridades municipales se apersonen de la situación de abandono del teatrino y se pueda algún día cumplir el objetivo con que fue construido y así todos puedan disfrutar de un espacio que le costó mucho dinero a los yumbeños.

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