Empieza otra Semana Santa, época de reflexión, de recordar los últimos días vividos por Jesucristo en su paso por este mundo. Las personas creyentes tienen un especial respeto por esta Semana y se acercan un poco más a Dios, ya sea mediante la oración o yendo a visitar Iglesias o procesiones. Otras, que no lo son tanto, aprovechan para descansar o irse de puente, mejor dicho la “parranda santa” y así recargar baterías para la rutina venidera. También hay quienes cumplen con su ritual de ver películas en televisión de género religioso (La Pasión, Moisés, Jesús de Nazaret, etcétera), supongo como acto de penitencia, en la comodidad del sofá de su casa, pero al fin y al cabo penitencia. Todo muy respetable.
Pero el verdadero sentido de esta Semana debe ser el sentir la alegría que da la Resurrección de Jesús y entenderla como un “volver a nacer”. Y este “volver a nacer” debe aplicarse en cada uno de nosotros, reconocer los errores, salir de ellos y redireccionar nuestra vida. No se trata de mojigatería sino de simplemente vivir mejor.
Cualquiera que sea el caso, ojalá que esta Semana Santa sea bastante provechosa y que al salir de ella haya una mejor actitud para afrontar lo que se viene.
Por Boris Julián Abadía.