Nota del Director: Como un homenaje a don Ernesto Lenis Díaz en el día de su cumpleaños publicamos de nuevo la colaboración del poeta yumbeño Lucas Montero. También hacemos propias las palabras de su discípulo Víctor Mario Casas: Un día como hoy nació, el para mi, yumbeño por antonomasia: Ernesto Lenis Díaz. Maestro, padre, ciudadano, amigo, investigador… Mi mayor sentimiento de admiración respeto y gratitud por haber impactado mi vida.
Como un viejo roble, así se fue don Ernesto Lenis Díaz. Walt Whitman decía en su poema que había visto crecer un roble en Luisiana, solitario, rudo y vigoroso. Yo lo vi también, rodeado de muchos yumbeños que cantaban sus historias, que preservaron su obra y que lo admiraron como el viejo Walt admiró el varonil vigor del roble de Luisiana.
Así algunos amigos validaron las crónicas de don Ernesto, sus teorías novedosas sobre el origen de Yumbo, pero singularmente el origen maya de esta palabra Xiu-Boi, la tierra de las lluvias y los telares, que se configura la etimología de la palabra Yumbo.
También su espíritu de boy-scout le sirvió para organizar excursiones como la de encontrar los vestigios del adoratorio indígena en la loma del Portachuelo, sitio con el que siempre soñó recuperado para la memoria histórica de los yumbeños como muestra de su antepasado precolombino.
Don Ernesto también abogó por el rescate de la Piedra de la Conquista o Descubrimiento de Yumbo, que hoy reposa en el cementerio. Símbolo de lo que hacemos de nuestras tradiciones cuando no las comprendemos.
Yo me limitaré a celebrarlo como el viejo Walt, a decirle que su memoria prodigiosa de viejo roble se va a cantar en estos lares como un mito de pueblo que seguirá soñando. Este poema que leí en su homenaje en el año 2007, durante la presentación de su libro, él me arrebató aún en borrador, como presagiando su hora tardía.
Por Lucas Montero para www.todosesupo.com.
El viejo roble
A Don Ernesto Lenis Díaz
I saw in Louisiana a live-oak growing…
¨He visto en Luisiana crecer un roble…
Me pregunté cómo podía desplegar sus alegres ramas
Si estaba solitario, sin un camarada cerca,
Pues yo no podía imitarlo…¨
Walt Whitman
Cuando danzan los años, paso a paso
En el áureo paseo de mis años
Longevo itinerario de mis sueños
Cosecha que será visible en los surcos de mi piel
Hoy, me siento igual de enérgico que joven Adonis
Aunque mi corporal traje no luzca igual
Cuando me comparan con un viejo roble
Viril, enhiesto, en ebullición de alegría
Mi orgullo brilla en lontananza
Cuando saboreo por ti, oloroso café de añoranza
Sentencio a la yerta mortaja, le reto
Escondida estarás en fúnebre pelaje,
Y le conmino a que vague:
Tiesa, ajada, loca, igual a su necio traje
Cuando tu ausencia me acompañe
En la campiña vivaz de mi existencia
Extensa, como de viejo roble vital
En ella veré escapar el agua entre mis dedos,
Escucharé a la margarita ser deshojada de sus pétalos,
Olfatearé el deshacer del aroma añejo del café,
Sentiré la llegada de la fresca brisa nupcial,
Y, tocaré el lánguido vuelo de antigua remembranza.
Como alondra que emigra del nido
Escapará el oscuro recuerdo tenaz
Que nunca regresará a su frío pajar
Cual cabo de vela que poco alumbrará
Desecha su luz por mustias nostalgias
Que de a poco alejaran los recuerdos del robledal
Siento que bajo esta dermis
Sueñan aún los sueños de la juventud,
Siento que sobre esta epidermis
Fluyen mil sensaciones de vida en plenitud
No entiendo como mis neuronas, músculos, huesos y piel
Aceleran sin permiso ésta afrentosa carrera de senectud
Deshechos todos los hilos de Cronos de su corteza
Halan infatigables el carruaje a la ignominia
¡Me niego a ello, por tanto declaro:
Moriré erguido como el viejo, enhiesto roble!
Cuando esto pase, me preguntaré:
¿En qué momento se hincó mi ajado traje?
¿Cuándo acabará la luna de miel de sus recuerdos?
Para qué cubrir su cámara mortuoria de finos paños?
-Tomado del libro Las mujeres de Lucas, 2011, de Lucas Montero-
