NOTA DEL EDITOR: A raíz de las fotos que publicamos mostrando el riesgo que corren los peatones al cruzar la vía Panorama al frente de la Institución Educativa Manuel María Sánchez Velasco, en el barrio Juan Pablo II, muchos mensajes de nuestros ciberlectores nos llegaron preguntándonos qué había hecho ese ilustre ciudadano para merecer que esa escuela llevara su nombre.
Ver nota publicada el 11 de junio de 2011. ¡Peatones en peligro!
Para fortuna nuestra, y la de los yumbeños ansiosos de conocer nuestra historia, conservamos un ejemplar del periódico Centinela del 17 de enero de 1948 en cuya edición está publicada una reseña biográfica de don Manuel María Sánchez Velasco. Ese ejemplar nos lo regaló José Daniel García Puente por allá en 1998. El escrito no tiene firma, pero es muy probable que haya sido escrito por el historiador yumbeño Pedro Sánchez Tello, sobrino-nieto, de don Manuel María Sánchez.
Manuel María Sánchez nació en esta población el 11 de mayo de 1872. Fueron sus padres Pedro N. Sánchez y Dolores Velasco, muy honorables hijos también del mismo pueblo. Bautizado el 12 de mayo, es decir, de un día de nacido por el muy virtuoso sacerdote José Cornelio Torres, por entonces párroco de Yumbo. Fueron padrinos de bautismo el Dr. Manuel de Jesús Lenis y doña Natalia de Isanoa; de confirmación, don Elías Lenis.
Le enseñó a leer don Pantaleón Bejarano, y concluyó estudios primarios en Yumbo al lado del notable pedagogo Miguel Aragón Sánchez en el año de 1887. En esta fecha, es decir a los quince años de edad, fue nombrado oficialmente director de la escuela urbana de niños en reemplazo de Enrique Palacios Medina. Dos años después (1889) pasó a hacer estudios pedagógicos en la Normal de Popayán en donde permaneció cinco años consagrado a intensa labor de teoría y de práctica pedagógica, bajo la hábil dirección de Miguel y Telésforo Arroyo, discípulos que fueron del gran pedagogo alemán Gustavo Pankow. En ese centro recibió con lujo el cartón que lo acreditó maestro.
Ya maestro graduado, Sánchez Velasco, ofició en muchas escuelas primarias y en ese mismo camino de educar juventudes ha recorrido la gama educativa de lujosas posiciones que conseguirse pueden en la ciencia y en el arte de educar: Director de la escuelas superiores de Istmina y Quibdo; Inspector escolar de las antiguas provincias de Buga, Buenaventura y Núñez; Inspector general de Educación del Chocó; profesor del Colegio Académico de Buga; rector del Colegio de Arboleda en Roldadillo; rector del Liceo de Nariño, en Barbacoas; delegado al primer Congreso Pedagógico Nacional; rector del Liceo de Florida; organizador y creador de escuelas por cuenta del Gobierno en toda la costa del Pacífico desde El Congal, en la frontera ecuatoriana, hasta Ardita , en la frontera panameña, y todos los centros educativos desde el cabo Tiburón hasta Turbo, en la región del golfo de Urabá, y hoy, a los 75 años de edad y bajo el peso de 56 años de enseñanza, Sánchez es rector del Colegio Sánchez de Pradera, Inspector escolar municipal y director técnico de la Escuela Urbana de Varones del mismo lugar. Tal la lujosa hoja de servicios educativos de este benemérito hijo de Yumbo.
Manuel María Sánchez ha publicado obras didácticas de notable mérito, como “Lecciones de Historia Natural”, “Geografía del municipio y Geografía del Chocó”; el opúsculo de “Historia y Geografía de Yumbo” es un manojo de condensado estudio; del mismo estilo conocemos inéditas otras monografías, como la de Florida, y la de Trujillo, expandida esta por “Voces de Occidente” de Buga, y “Ligeros estudios monográficos sobre algunos pueblos del Atlántico”. Inéditas también una obra extensa sobre “Geografía, Historia y costumbres del Chocó”, “Ciencias Naturales”, para el primero de Complementaria. La “Historia de un Muñeco”, sabrosa obra histórica de catequización de los indios Tolos, en la frontera panameña, estudio que acogió la Academia de Historia de Cali, y que publicó en “Bibliotecas y Libros”. Valiosos y detenidos estudios de historia y prehistoria, sentados sobre hipótesis de buena aceptación sobre los indios yumbos, mulaloes y guachiconas.
Gusta también Sánchez Velasco y con buen gusto y notable estilo del drama; “Yumbo a través de los siglos”, en diez cuadros. “El hijo pródigo”, pasaje bíblico vertido a la época, en cuatro cuadros, y “El maestro Martín”, comedia jocoseria, ya pasadas por el escenario con beneplácito público, son honra del teatro moderno.
También Sánchez ha sido periodista, ya como propietario, director y redactor de algunos semanarios, ya como colaborador en órganos políticos o literarios. Entre sus muchas actuaciones como colaborador, tiene la honra de haberlo sido de “El Artista Literario”, de Bogotá, órgano de un lujoso centro de poetas y literatos, dirigido por José Eustacio Rivera. Allí vieron la luz, bellísimos artículos de Sánchez Velasco, en prosa rimada, como “Las Tumbas”, “Bleu-foncé”, “Flor de Almendro” y otras.
También gustó de las guerras civiles. Como conservador lo fue de acción más que de palabra. En el 85 fue soldado, de 13 años, en el 95 ascendió a alférez y en la guerra de los mil días pasó por todas las graduaciones militares hasta coronel-jefe de Estado Mayor de la cuarta división del Cauca. En muchos combates fue el ayudante general de campo de Alfredo Vásquez.
Pero a Manuel María Sánchez no lo trajinan los años, ni lo agobian los 56 de enseñanza. Siempre alegre, siempre tranquilo y observador, vive feliz a la sombra del árbol de sus triunfos. En cierta ocasión admirados de su gran fortaleza y de su sana mentalidad, nos dijo, con la admirable calma de su decir:
-“Es que soy hijo de Yumbo, la tierra del calcio y del hierro; es decir, de los elementos de la vida larga y sana; allí nací y allí me criaron; por ello, estos huesos míos, son guayacanes; esta sangre hierve a todo fuego y estos músculos están empastelados en vitaminas”.
Manuel María Sánchez casó en Corinto, a los 22 años de edad, con Domitila Arana Tezna, dama toda cultura y toda virtud. Han corrido sobre ese matrimonio 55 años bajo el árbol de la tranquilidad y al calor de un hogar formado por seis hijos, miembros activos de la culta sociedad de Buga, la Ciudad Señora.
Excelente , documento