Con la procesión de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María, llevada a cabo el viernes 23 de marzo, se inició la celebración de la Semana Mayor en Yumbo para este año 2018, con la asistencia de centenares de feligreses católicos. Las celebraciones continuarán este domingo cuando se recordará la entrada triunfante de Jesús a Jerusalem.
La procesión inició a las seis de la tarde en el templo parroquial de Nuestro Señor del Buen Consuelo, en el parque Belalcázar, y concluyó en el parque Alfonso López Pumarejo, frente al templo de San José Obrero, en el barrio Uribe Uribe. Concurrieron las cofradías de las parroquias del Señor del Buen Consuelo y San José Obrero,
Tras dos horas de procesión por calles de los barrios Belalcázar, Simón Bolívar y Uribe Uribe, hacia las ocho de la noche, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Cali, con residencia en Yumbo, empezó la Eucaristía. El obispo estuvo acompañado en el altar por once sacerdotes, diez del Archiprestazgo N° 9 y un sacerdote redentorista de la ciudad de Buga.
La feligresía medito en los dolores de María
Siete estaciones fueron dispuestas a lo largo del recorrido de la procesión, en cada una de las cuales, a partir de una lectura bíblica, un sacerdote pronunció una homilía trayendo a la realidad cada uno de los siete dolores que padeció la Santísima Virgen María en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, considerando de manera especial la situación de las familias colombianas.
Primer Dolor: La profecía de Simeón. (Evangelio Lucas 2, 22-35)
Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro fue el encargado de pronunciar la homilía relacionada con este dolor. A partir de la figura de los ancianos Simeón y Ana que sobresalen ante la Sagrada Familia, el obispo dijo que las dos figuras traen a la memoria todos nuestros ancianos, los adultos mayores como se le dice hoy día. Fue el momento para resaltar la importancia de la memoria, el ejemplo, la sabiduría, la experiencia y la fe de los ancianos. Se hizo una exhortación por la defensa de los abuelos, a no olvidarlos, a tratarlos con caridad y gratitud y no abandonarlos.
Segundo Dolor: La Huida a Egipto. (Evangelio Mateo 2, 13-15)
El padre Zapata, párroco de Los Pastorcitos de Fátima (Pavas, La Cumbre), exhortó en su homilía a que todos sean solidarios y humanos con los que pasan hambre, desnudez, dolor y enfermedad. Con aquellos que han sufrido el flagelo de la guerra y el desplazamiento; invocó por la recuperación de la sensibilidad y por un alejamiento de la mentalidad egoísta, de la indiferencia frente al hermano que sufre. También fue el momento para orar por la hermana República de Venezuela que sufre el flagelo de la migración por muchos países del mundo.
Tercer Dolor: El Niño perdido en el Templo. (Evangelio Lucas 2, 41-50)
La meditación de este tercer dolor le correspondió al padre Alonso, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, Bitaco (La Cumbre). El presbítero dijo: “Hoy tantos niños que se han perdido por la violencia, tantos niños en las familias maltratados, tantos niños que ya desde su tierna edad han caído en los vicios de la drogadicción, la prostitución. Hoy nuestros legisladores han aprobado el aborto y quieren llegar a la eutanasia infantil, flagelos que destruyen el núcleo familiar y tantas madres que lloran por haber perdido a sus hijos”. Invitó a implorar a Dios para que toque el corazón de nuestros dirigentes para que sintamos el dolor de los que sufren y seamos ayuda y consuelo y no jueces de los demás, que no seamos indiferentes ante lo que sufren nuestros niños.
Cuarto Dolor: Jesús se encuentra con su Madre. (Cuarta estación del Viacrucis)
El presbítero Luis Ernesto Unigarro, párroco de San Sebastián Mártir (Pizarro, Yumbo), meditó esta estación recordando el encuentro de Jesús con María, encuentro cargado de emoción, de lágrimas amargas. En él se expresa la fuerza invencible del amor materno que supera todo obstáculo y saber abrir caminos. Las lágrimas la Virgen María recoge las lágrimas de todas las madres por sus hijos lejanos, por los jóvenes condenados a muerte, asesinados o enviados a la guerra, especialmente por los niños soldados. Es una invitación a escuchar el lamento desgarrador de las madres por sus hijos, moribundo a causa de tumores producidos por la quema de residuos tóxicos. Lágrimas amargas, solidaridad en compartir la ruina de los hijos. Madres que velan en la noche, con las luces encendidas, temblando por los jóvenes abrumados por la inseguridad o en las garras de la droga y el alcohol, especialmente en las noches del sábado.
Quinto Dolor: Jesús muere en la Cruz (Evangelio Juan 19, 17-39)
El padre Edgardo, adscrito a la parroquia de Nuestro Señor del Buen Consuelo, centró su homilía en el drama actual donde Cristo sigue muriendo. Muere en los hogares, en la sociedad y aún en muchos cristianos que han matado a la Virgen María, la han desaparecido de su fe.
Sexto Dolor: María recibe el cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Evangelio Marcos 15, 42-46)
El presbítero Eiser, encargado del sector rural occidental de Yumbo -Montañitas, Santa Inés y El Chocho-.
Séptimo Dolor: Jesús Jesús es colocado en el sepulcro (Evangelio Juan 19, 38-42)
El encargado de meditar este dolor fue el padre Fernando Gálvez, párroco de San José Obrero. En su meditación el padre dijo que enterrar a los muertos es una obra de misericordia; hasta Jesús tuvo este derecho. Allí estaban las mujeres que lo acompañaban; sus discípulos fueron testigos de este acto de piedad. Su madre estuvo presente. Recordemos que enterrar a los muertos es un acto de justicia, una obra de misericordia. ¡Cuántas familias se privan de este derecho de dar sepultura a su ser querido! La injusticia, la discriminación, la violencia hace desaparecer personas y no permite que si han fallecido por esta clase de circunstancia darle una cristiana sepultura, se convierten en N.N. y se sepultan en cualquier fosa.
Domingo de Ramos
La procesión del Domingo de Ramos, de la parroquia de Nuestro Señor del Buen Consuelo, iniciará a las siete de la mañana en la institución educativa Ceat General, del barrio Bellavista.
Concluida la procesión, iniciará la Santa Misa en la plazoleta del Camy (parque Belalcázar), a las nueve de la mañana.
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