Ocurrió en las horas de la tarde de este lunes 21 de mayo en el kilómetro 3 de la vía que conduce al corregimiento de Dapa. Los dos ocupantes del pequeño vehículo no podían creerlo: conforme pasaban los minutos, también pasaron muchos vehículos rumbo a Dapa, otros a lo mejor para Cali, Arroyohondo o al centro de Yumbo… Y el pequeño carro, cada vez más consumido por el fuego.
Y es que, a la impotencia de los dos ocupantes del vehículo, al ver que finalmente era devorado por las llamas, de las que se salvaron de milagro, y que no podían hacer nada, se sumó la estupefacción al ver como ninguno de los muchos vehículos que pasaron por su lado, ninguno fue detenido por los conductores para ayudar a apagar el fuego con los extinguidores vehiculares.
Un hecho como el ocurrido en la vía a Dapa debe llevar a la reflexión para contestarnos qué está ocurriendo como para que los gritos de auxilio, el mover los brazos para llamar la atención, el humo y las llamas que salen de un vehículo, no generen una respuesta de solidaridad.
¿Será que los vehículos que transitan por las vías yumbeñas (urbanas y rurales) carecen de los equipos que brinden seguridad a los conductores y pasajeros? Si así fura el caso, entonces los propietarios de la gran cantidad de vehículos que pasaron mientras el pequeño carro se consumía están infringiendo el Código Nacional de Tránsito, según el cual ningún vehículo podrá transitar por las vías del territorio nacional sin tener como mínimo un extintor, entre otros equipos de prevención y seguridad.
Sin embargo, en Yumbo se anuncian y se ven los retenes a cargo de la Policía de Carreteras y el cuerpo de guardas de la Secretaría de Tránsito, lo cual hace altamente improbable que los vehículos que transitan en Yumbo no cuenten con los elementos mínimos de seguridad.
Entonces lo que ocurrió en la vía a Dapa puede ser un síntoma del mal que pareciera apoderarse de la ciudad: la falta de solidaridad, la indiferencia ciudadana y el pensar sólo en el lucro personal. “Cada quien que resuelva sus problemas y lo mejor será cuidar los treinta mil pesos que puede costar un nuevo extinguidor, como para irlo a gastar en personas que no conocemos…”, pareciera ser el pensamiento colectivo.
Una llamada solidaria…
Finalmente hubo una llamada solidaria al cuartel de bomberos. Infortunadamente cuando llegaron al sitio las tres máquinas (M8, M16 y M17) el vehículo había sido consumido por las llamas y poco pudieron hacer las diez unidades bomberiles destinadas para atender la emergencia.
De haber existido solidaridad, el pequeño vehículo no habría sido consumido por las llamas.

juan , parte de esto es la inseguridad que vivimos en yumbo y colombia ya hoy dia las personas nos volvemos incredulas a eso sumale el sitio del sinisestro, pero no es justificable de verdad.