Por: Manuel Alberto Barragán Tovar para www.todosesupo.com
Actualmente las personas buscan felicidad y se tiene la falsa creencia que parte de ella está reflejada en el dinero y lo que este pude comprar. Hoy las personas aferradas a las posesiones materiales, que les puede ofrecer el dinero, han descuidado temas importantes para la sociedad, entre ellos el del principal núcleo social que es la familia. La familia ha ido pasando a un segundo plano en la búsqueda de una comodidad económica en la que los adultos ocupan la mayor parte de su tiempo tratando de acumular bienes y dinero con la creencia de encontrar una mejor manera de vida que les haga felices.
Entonces se trabajan arduas jornadas y se multiplican esfuerzos para conseguir todas aquellas cosas que ofrece la sociedad de consumo, olvidando la importancia que tiene el compartir tiempo con los seres queridos, con los padres, los hijos, los abuelos, etc. Se persigue dejar posesiones como herencia, cuando lo que realmente se espera es ese legado de amor, comprensión, valores y el compartir momentos importantes que cada vez quedan más a un lado por la búsqueda de una felicidad pasajera, pues no se nota cómo a pesar del esfuerzo para conseguir dinero cada vez se crean nuevas necesidades que hacen olvidar el verdadero valor de la vida y el significado verdadero de lo que significa ser feliz.
La falsa creencia en que tener dinero abundante como la solución a los problemas ha terminado por afectar la salud del cuerpo, la mente y el espíritu de las personas, causando un desequilibrio irreversible a la sociedad que no termina de entender que las verdaderas causas de la descomposición social radican en la búsqueda de bienes materiales y de posiciones sociales. Esa búsqueda errada no nos permiten observar el daño que hoy hacemos a los jóvenes cuando solo dedicamos nuestros esfuerzos a entregar bienestar económico olvidándonos del bienestar que produce la unión familiar, el amor fraterno y el compartir espacios de afecto real que cambiarán verdaderamente nuestra forma de actuar y que nos formarán en valores distintos viéndonos como verdaderos seres humanos y no como seres netamente productivos a los cuales el sentimiento filial les cambió por el monetario.
Es hora de hacer un alto en este camino desenfrenado por el conseguir y repensar una sociedad vista desde el compartir, el amar, la familia, el vecino y cada una de esas cosas que realmente nos llevarán a una felicidad verdadera y permitirán apartarse de esa felicidad pasajera y mentirosa que hoy se ostenta con tanto orgullo en una miopía que no nos permite ver más allá de la acumulación de bienes y dinero olvidándonos de nuestra verdadera esencia como sociedad.
Es hora entonces que usted qué lee estas líneas ayude a ser parte del cambio y empiece por dar menos importancia al dinero, los bienes materiales, la posición social y empiece a valorar más a la sociedad, la naturaleza, su familia y a todo ese bello y majestuoso entorno que le rodea y que le hará verdaderamente feliz. El cambio solo depende de su decisión y de que demuestre realmente si está interesado en el bienestar social y el de su familia, apartándose de todas aquellas cosas que solo hacen que cada día se esté soportando más descomposición social y menos felicidad.
Manuel Alberto Barragán Tovar. Capacitador y Conferencista independiente en temas de motivación personal, administración, Logística, Emprendimiento. Administrador de Empresas, docente de la Universidad del Valle y el Instituto Municipal de Educación para el trabajo y el desarrollo humano de Yumbo -Imety-.