Cada 22 de noviembre, la Iglesia Católica recuerda a santa Cecilia, virgen y mártir quien, según la tradición, mientras la martirizaban ella cantaba gozosa. Por eso hoy día es considerada la patrona de la música y los músicos. Qué mejor que aprovechar esta fecha para hacer un reconocimiento a los muchos cultores musicales que ha tenido nuestro Yumbo.
A continuación presento a los lectores de www.todosesupo.com el presente borrador de lo que será una Historia de la Música en Yumbo. Este es un trabajo previo que enriqueceré con los valiosos aportes que generosamente me brinden los yumbeños. En esta crónica solo figuran algunos de los músicos yumbeños del siglo XX y algunos aún vigentes en el siglo XXI.
Pido disculpas por la no inclusión de personas que han sido fundamentales en el arte musical yumbeño, sobre todo mujeres, que de seguro han sido muchas, entre otras Julia Rita Barandica, Nancy Stella Benítez, Eumelia Camacho, Olga Bernal… Espero que una vez finalizado el acopio de información, las ausencias no sean tantas como las que el presente borrador tiene.
En los últimos años la juventud yumbeño sobresale en el campo artístico gracias al impulso que se les ha dado desde la Escuela de Música del Imcy, así como a iniciativas particulares como la Fundación Chamar y docentes como Heydi Villar, entre otros.
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Los yumbeños se han caracterizado por tener un oído fino que los hace exigentes en el momento de apreciar la música, y los cultores de las notas musicales tampoco se han quedado atrás en el propósito de complacer esos oídos exigentes.
En los albores del arte musical de los yumbeños, sus cultores fueron gente que no pasaron por academia alguna. Eran conciudadanos que alternaban sus oficios con la música. Un grupo de esos ciudadanos funda en 1942 el grupo Sentimiento Indio. Esta murga ha estado conformada con el paso de los años por Santiago Taffa, los hermanos Manuel y Juan Nieva, Jesús López, Salvador Vergara, Moisés Echeverry, Célimo Cortázar, Julio García Satizábal, Benjamín Ferrerosa, Alberto Polanco, Jesús Nieva, Eduardo Arellano, Alfredo Barona, Lito Brión, Clímaco Gómez y Henry “Piangua” Figueroa.
Sentimiento Indio no sólo animó las fiestas y parrandas de los yumbeños, sino que con esos primeros instrumentos elaborados de manera artesanal en el taller de Santiago Taffa, el viejo, (q.e.p.d.), también amenizaron fiestas en Cali, Pereira, Palmira, Dagua, Silvia y de cuanto pueblo les llamaron. Ellos, pues, junto con el grupo musical liderado por don Emiceno Jaramillo armaban los bailes callejeros y caseros, tocando desde un bautizo hasta un matrimonio.
En los años treinta, antes de que surgiera Sentimiento Indio, fray Alfonso de la Concepción Peña, sabedor del gusto de los yumbeños por la música, creó una banda de músicos para que alegrara el espíritu de los ciudadanos. De esa banda que organizó fray Peña habría de salir el maestro Julio César García Ayala, en cuyo honor con el paso de los años se bautizó el Encuentro de Intérpretes de Música Colombiana, evento insignia de los yumbeños. Con el paso de los años llega a Yumbo Juan de Dios Orrego a vincularse a la banda de músicos que ya dirigía Julio César García Ayala, y empieza a aportar a la música local, así como también lo harían años después los cubanos David Arboláez e Isbel Chamizo y el maestro Libardo Mora, pilares de lo que sería la Escuela de Música del Instituto Municipal de Cultura.
La Escuela de Música del Instituto Municipal de Cultura se posicionó hasta el punto que su fama trascendió los límites de Yumbo y ya hay jóvenes de Cali que prefirieron no estudiar en las academias de su ciudad sino venirse a estudiar al IMCY. De la Escuela de Música del IMCY empezaron a salir músicos para las orquestas de renombre, como ha sido el caso de los jóvenes Diego Giraldo, Sthefan Hurtado, Jonathan Sepúlveda, entre otros.
Los mismos músicos dan la nota…
La semilla musical yumbeña ha encontrado terreno fértil donde caer y dar fruto. Por ejemplo, Jorge Wilmer López, más conocido como Pelusa y que se dedicó a los aires musicales latinoamericanos, cuenta que las bandas de guerra de los Guías fueron las escuelas de iniciación musical para los niños y jóvenes que tenían aptitudes para la música. Algunos atendieron a esa vocación y hoy se encuentran en el medio artístico, como es el caso del maestro Rafael Zorrilla Campo.
Los profesores de los colegios de Yumbo fomentaron también el amor por la música en sus alumnos. Rafael Zorrilla, uno de esos alumnos beneficiados, dice que en su época el profesor Antonio Ramos era el docente más versado en música, porque en Yumbo los músicos eran empíricos. Relatando sus experiencias, Rafael Zorrilla hoy día les insiste a los jóvenes que aprovechen la facilidad que hay para estudiar música en su mismo pueblo. A ellos, además de las clases que les daba el profesor en el colegio, les tocaba que ir los domingos al Club Social de Jesús Espinosa para ver tocar las orquestas que venían de Cali y a charlar con los músicos para ver qué se aprendía de ellos.
De esas idas al Club Social surgió la amistad de Rafael Zorrilla con James Córdoba, trompetista de la orquesta Sonora Juventud, quien al ver el interés del yumbeño le empezó a dar clases de música en su casa del barrio Ulpiano Lloreda en Cali. Allá llegaba Rafael con su trompeta de dos mil quinientos pesos que le había regalado su hermano mayor Heberth Zorrilla. El entonces adolescente hoy día ejecuta la trompeta como solista, después de su paso triunfante por las orquestas Los Bunker, La Revolución, Coca Cola y la Octava Dimensión.
Así como en 1942 un grupo de yumbeños conformaron Sentimiento Indio, los jóvenes yumbeños de los años 60, cuando cursaban el bachillerato en el Liceo Comercial y Colegio Mayor, conformaron el grupo musical Sexteto Industrial. Ellos, William Zorrilla, Herminsul Ayala, Ricardo Rodríguez, Servando Marulanda, Jesús Imbachí y Luis “Neito” Quintero, teniendo su primera presentación en el Club Social, para orgullo de sus paisanos.
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Antonio Ramos sale jubilado del Colegio Mayor donde era profesor de música, llegando en su reemplazo Noé Laguna, quien también dejaría huella artística en sus alumnos. Noé les insistió en que nunca llegaran a tocar por cualquier cosa, que siguieran luchando, estudiando en una institución donde se hicieran profesionales. Hoy el profesor Laguna ve con satisfacción como algunos de sus alumnos pasaron al Conservatorio y otros a la Universidad del Valle.
Ferdy Ocoró, uno de los alumnos de Noé Laguna, creció en un ambiente musical en el barrio Guacandá viendo a su padre y hermanos tocar algún instrumento. Por eso se juntaría con otros muchachos a quienes también les gustaba la música; ellos eran José Eustasio Rivera, Fernando Londoño y Jairo Ruiz Mamián, además de su hermano mayor Edison Ocoró, que hoy es pianista.
Recuerda Ferdy que en el Colegio Mayor crearon el grupo de rock Oxígeno. Estudió en el Conservatorio Antonio María Valencia de Cali. Esta formación profesional le ha permitido tocar con orquestas como Copacabana donde compartió tarima con Rodrigo y Reynel Pabón, también yumbeños. Ha trabajado con Piper Pimienta Díaz, Latin Brothers, Joe Arroyo y Wilson Saoco; en las orquestas Alma del Barrio del maestro Jairo Varela y La Identidad con quienes grabó la nueva versión del tema Como yo te amé.
Gracias a su calidad artística, Ferdy Ocoró ha realizado varias giras por el exterior y la participación en varias versiones de la Feria de Cali. El 17 de diciembre de 1993 fundó la orquesta Las Chicas Madera conformada solo por mujeres y con la cual realizó varias producciones discográficas triunfadoras a nivel nacional e internacional.
Otro yumbeño que tuvo una dilatada carrera musical fue Jairo Ruiz Mamián. Los yumbeños no dejan de lamentar la forma trágica como terminó la vida de este artista para quien en un principio lo suyo no era el canto sino la ejecución de la guitarra. Falleció en México donde formaba parte del grupo Guayacán del Ayer. Allá llegó después de triunfar en las orquestas Bronko, La Identidad y Guayacán, al lado del maestro Alexis Lozano. Jairo Ruíz se había iniciado en la orquesta Nueva Dimensión y luego entraría a la Fórmula Ocho donde también tuvo la oportunidad de compartir tarima con el yumbeño Fernando Londoño.
Johnny Freire Castillo, músico yumbeño que triunfa en Europa, donde se reencontró con Robinson Ramos Torres (q.e.p.d.) en Sevilla e integraron el Grupo InkAmérica, y con el Grupo Candilejas, recuerda que a él quien le enseñó a sacarle las primeras notas musicales a una guitarra fue Jairo Ruiz. Johnny, desde niño, también sintió su gusto por la música, y de estudiante en el Liceo Comercial junto con Luz Ángela Otálora, Lisandro e Irne Murillo conformaron un cuarteto para interpretar canción social. A la par se entera de que en Yumbo existía el grupo Lamento Suramericano integrado por Augusto Saether, Freddy Franco, Gilberto Mena Ibarra y Robinson Ramos Torres.
Lamento Suramericano fue el acicate para que Johnny Freyre con Carlos Alberto y Jorge William Quiroga Peña, Alfredo Freyre, Lisandro Murillo, Harold “el rolo”, y los ya fallecidos James García y Carlos Escobar crearan el grupo Kichaya. Paralelo a esta experiencia musical, Johnny trabaja con Harold Muñoz y Juan Vicente Gómez Gamboa, quien para entonces estudiaba en la Academia Musical Valdiri. Juan Vicente motivó a Johnny para que tomara un curso intensivo de instrumentos musicales y de percusión. Aquel curso le abrió las puertas del Grupo Huari Runa, después de que se desintegró el Kichaya.
Después de Huari Runa, Johnny Freyre inicia sus experiencias con la música antillana. Conforma el Sexteto Juventud, con la asesoría de Jesús Imbachí lo que desembocó en el Grupo El Solar, que antes se había llamado Zafra, del que también formaron parte Juan del Castillo, Diego Imbachí, Rafael Zorrilla, Nilson, Alex, Jaime Jaramillo, Lisandro Murillo y los trompetistas Bejarano y Publio Giraldo, padre de Diego Giraldo, hoy día una de los mejores trompetistas como lo demostró en el pasado Festival AjazzGo 2014 de la ciudad de Cali y en el XXI Encuentro de Intérpretes de Música Colombiana “Julio César García Ayala”, donde tuvo un contrapunto musical con la afamada trompetista holandesa, Mayte Hollanté.
Publio Giraldo, fue otro de los yumbeños que formaban parte de las orquestas empresariales de nuestra zona industrial; él tocaba con la orquesta Alumisón con la dirección de Luis Carlos Ochoa. Harold Muñoz ponía su voz en la Sonora Good Year. La Sonora Smurfit brilló con el aporte de los los yumbeños Dayro Aguilar, Carlos Ampudia, Heberth Andrade, Luis Alfonso Neito Quintero, Reynel y Rodrigo Pabón y Jairo Ruiz. Propal tendría su Estudiantina en la que participaron José Eustasio Rivera, Francisco Mena, Luis Aníbal Rincón y Betty Salcedo.
En 1996 surge el grupo Candé del trío conformado por Juan Vicente Gómez, Harold Muñoz y Johnny Freyre. Invitan a James Valdés, como percusionista y vocalista; Moisés Díaz, con su requinto (luego reemplazado por Orlando Endo) y Jaime Jaramillo. Por este grupo también pasaron Ubeimar Yantén Sánchez, Heberth Andrade, Juan del Castillo, los hermanos Rodrigo y Reynel Pabón, Otoniel Navia, Nilson López y Jorge Wilmer López.
La música andina se hace fuerte en Yumbo
Los yumbeños siempre recuerdan las Semanas Culturales del Colegio Mayor y el Liceo Comercial los años setenta y ochenta. Estas muestras culturales hicieron que muchos jóvenes le apostaran a la música de mensaje social y de reivindicación de los pueblos latinoamericanos, formando sus grupos musicales. Ese fue el caso de Sentir Andino y del Trío Alpino, integrado por César Cabrera, Jorge Wilmer López y Edwin Ramos.
Antonio Franco, quien también participaba fuertemente en las Semanas Culturales, cantautor yumbeño de la escuela del sacerdote español Rafael Villanueva, quien a finales de los setenta creó el grupo Guitarra del Pueblo, recuerda que con su hermano Freddy Franco, Robinson Ramos y Augusto Saether formaron el grupo Lamento Suramericano que habría de ser la génesis de Huari Runa. Este grupo habría de ser el decano de los grupos de música autóctona suramericana en Yumbo, cuyo nombre, según relata doña Rubiela Torres de Ramos, madre de Robinson, significa en lengua Aymará, Pueblo Autóctono.
Por Huari Runa, grupo que continúa vigente con sus asistencias a los festivales donde son invitados frecuentes, han pasado una treintena de artistas, siendo sus fundadores Robinson Ramos Torres, director hasta el año 1991, César Augusto Saether Pizarro, Germán Jaramillo Ozorno, Gilberto Mena Ibarra, Geber Ortiz Pino y Alfredo Freyre. Todos ellos han dejado en alto el nombre de Yumbo, cuenta Marco Marco Fidel Suárez Arciniegas, por muchos años miembro del grupo Huari Runa.
Huari Runa se convirtió en un referente de la interpretación de la música andina. En la casa de los Ramos Torres se formaron muchas personas, entre ellos, los hermanos Quiroga. Allá llegaban los jóvenes yumbeños a ensayar, estudiar y aprender a elaborar instrumentos. Y también gente de afuera llegaba a la casa de Robinson Ramos a aprender música andina. Venían de Armenia, de Medellín. Robinson construía los instrumentos y, además, tenía una colección de música muy amplia que él la legó a todos sus compañeros de música…
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A todos los músicos yumbeños, un feliz día.
Por Juan de Dios Vivas-Satizábal para www.todosesupo.com.