Recién llegado a California, mis compañeros de clase de ESL (English as a Second Language), por allá en Granada Hills, en San Fernando Valley, no paraban de hablar acerca del Viernes Negro que se avecinaba, en aquella semana del Thanksgiving Day. El Thanksgiving Day, o Día de Acción de Gracias, se celebra el último jueves de cada noviembre.
Dentro de mi lógica chibcha aquello de ‘negro’ implicaba algo tétrico, pero fue Mrs. Beth -la teacher- la llamada a disipar mis dudas ante tan curioso nombre para el viernes que le seguía al más importante festivo secular de aquel enorme país del Norte y que se constituye en el puente de asueto más largo del año.
El adjetivo para este día viernes, se remontaba hasta principios del Siglo XIX, en la ciudad de Philadelphia del estado de Pennsylvania. El cuerpo policial se lo había endilgado a raíz de la masiva irrupción de peatones y carruajes que inundaban las calles del comercio local, que abría oficialmente ese día sus ventas navideñas.
El termino de Viernes Negro también se ha usado en un múltiple contexto, en el sentido de que constituyéndose este día como el más ocupado del año en ventas, los números rojos de pérdidas cambiaban a negro en los libros contables debido a las ganancias ese día.
La mayoría de los americanos están ‘off’ ese viernes, disfrutando el puente feriado, y para atraerlos las cadenas de tiendas como Macy’s, Sears, Target, Kohls, K-Mart, Walmart, Toys “R” Us, Best Buy, etc, etc., tienen las mejores ofertas (“sales”) para ese día, con la ‘comodidad’ de que sus puertas están abiertas desde la medianoche del jueves de Acción de Gracias, lo que llega a ocasionar auténticas estampidas y hasta agresiones entre compradores ávidos de un buen descuento.
Es el autentico triunfo del Consumismo, y en este mundo cada vez más globalizado, así como ya importamos el Halloween, para bien o para mal, ahora con TLC abordo, comenzamos a importar el Black Friday, y el Ciber Monday…
Nov. 2011
Por Antonio Sati Prada.