Hacia 1972 se inicia el proceso de poblamiento del barrio Bellavista, en medio de grandes dificultades propias de una urbanización informal: falta de servicios públicos, viviendas sin la debida adecuación, falta de vías de acceso, entre otras. Tres años después, cuando ya el barrio contaba con unas 200 familias y habían organizado la junta de acción comunal, a pesar de todas estas necesidades, decidieron apostarle a conseguir la escuela para la comunidad.
Los directivos de la Junta de Acción Comunal, entre quienes se pueden citar a Harry Satizábal, presidente; Narciso Rivera (q.e.p.d.), vicepresidente; Antonio Pérez, tesorero; Jaime García, fiscal; Nilgen Solís, secretaria; Rafaela Muñoz, vocal; Ernesto Bustos, vocal; Ana de Guasaquillo (q.e.p.d.), vocal; y Melba Montes, vocal, lograron el respaldo de la empresa Ceat General para construir la escuela aportando materiales y trabajadores. Los directivos de la junta, además de estar coordinando la obra, aportaron también mano de obra, lo mismo que los vecinos que estaban muy interesados en lograr el objetivo.
Es importante destacar, que el lote sobre el cual construir la escuela fue donado por Narciso Rivera. Además, el Municipio y el Departamento tuvieron su aporte para la escuela en esta primera etapa.
Así, pues, en 1976 con dos salones, los servicios sanitarios y una pequeña cocina, la escuela inicia sus labores a cargo de las docentes Berenice Hernández y Miriam Lourido. En 1979 llega Francisco Cortázar como director, y Ana Milena López, quién recibía una bonificación de la empresa Ceat General.
Desde ese momento la Historia del Bellavista ha estado muy ligada al proceso de funcionamiento de la escuela. La comunidad participando de jornadas de trabajo, de las marchas y las protestas para conseguir recursos, obras o para apoyar a los maestros, pero también participando de espacios pedagógicos, culturales y de recreación. Se trasciende entonces a proyectos como Rincón Literario y Comunidad Educativa Valores y Participación. Con este último en especial toma fuerza la celebración de las Semanas Culturales que se convierten en un espacio de aprendizaje agradable e importante para el fortalecimiento de la relación escuela comunidad.

de la relación escuela- comunidad. Foto para www.todosesupo.com
Durante la administración del alcalde Rosemberg Pabón, se implementa el proyecto de las Unidades Básicas. Se amplía la cobertura hasta noveno grado, aumenta la planta de docentes y se construyen nuevas aulas. Se inicia la experiencia de Consejo Directivo, como órgano principal de Gobierno Escolar, y desde allí por auto gestión y trabajo comunitario se logran concretar obras que estaban pendientes. Además, se conciertan espacios de reflexión pedagógica, que dan lugar a proyectos importantes de mejoramiento académico.
Luego de manera acelerada se da otro cambio, la fusión con la Unidad Básica John F. Kennedy, que se convierte en sede principal de la Institución Educativa Ceat General Piero Mariotti. Esto genera de alguna manera dificultades, crisis, pues de manera brusca se deben asumir nuevas condiciones de trabajo y replantear la dinámica que se tenía.
Son muchos los docentes que han pasado por la sede educativa de Bellavista, brindando sus conocimientos, su capacidad intelectual y humana en el cumplimiento de su rol de maestros: algunos han sido trasladados a otras Instituciones Educativas, otros están pensionados, y unos han fallecido, como son los casos de Oscar Mejía, Silvio Ramos y Martha Pereira. Así mismo cantidad de estudiantes, de los cuales algunos envueltos en la problemática social han tenido finales tristes, pero la mayoría han continuado sus estudios, han formado familias y muchos de ellos tienen sus hijos estudiando en esta institución. Otros, desempeñan una función laboral en empresas o de manera independiente. Se sabe de profesionales universitarios, tecnólogos, docentes, artistas, deportistas, gestores culturales, y en general personas que desde su área están prestando un servicio a la comunidad.
En la actualidad es mucho lo que ha cambiado el plantel educativo del barrio Bellavista, no sólo en su planta física y los espacios, sino los programas, los implementos, la calidad de los docentes que conocen y tiene en cuenta la problemática y la realidad social de la población. Son ventajas que se ofrecen a la comunidad del entorno.

De igual forma hay dificultades relacionadas con fallas internas, pero que también tiene que ver con la problemática social y familiar de la comunidad estudiantil y con los cambios acelerados que se dan en el país y en mundo: políticos, económicos, sociales y tecnológicos.
Se invita, pues, a los diferentes estamentos a participar con mucho entusiasmo de los diferentes eventos de la conmemoración de los 35 años de este sueño comunitario, LA ESCUELA DEL BARRIO BELLAVISTA; a la vez, que sea un pretexto para seguir reflexionando sobre este patrimonio cultural, con el ánimo de aportar en su desarrollo, mediante la crítica constructiva y propositiva. ¡Bienvenidos!.
Por Harvey Ramírez Valencia, Luis Ernesto Fajardo Avella y Zeneida Lozada para www.todosesupo.com.